Televisión
De Ana Rosa a Pedroche: ¿qué presentadores invierten bien, regular o mal sus fabulosas ganancias?
Martín Alegre
Hay estrellas televisivas que no solo ganan mucho dinero sino que saben administrarlo y hasta invertirlo creando productoras y atesorando fabulosos patrimonios. Pero no todos los presentadores con latisueldos saben manejar su capital acertadamente. Son ejemplos representativos las millonarias inversiones gastronómicas de Cristina Pedroche o las fallidas películas de Arturo Valls. Pero no están solos en el grupo de empresarios patanes.
Murió con problemas económicos Jesús Quintero y lo hizo sin esplendor patrimonial María Teresa Campos, que había sido una de las mejores pagadas de la historia de la televisión. Las fortunas ganadas en televisión se pueden dilapidar en un parpadeo.
Lo sabe bien Pablo Motos, ahora multimillonario, pero que reconoce que se arruinó por duplicado. Otros televisivos con graves problemas son Víctor Sandoval (que pedía comida a sus amigos), Aitor Trigos (reciclado supuestamente en chico de compañía), Bibiana Fernández (cuya casa de Boadilla, que sufría cinco hipotecas, fue rescatada por Alaska y Mario, por ese orden) Chelo García-Cortés (que tiró de amigos para pagar a Hacienda) o 'Chapis', el mítico y exitoso presentador del legendario Qué Me Dices, junto a Belinda Washington.
No es ajena a los problemas económicos Mercedes Milá: su empresa Taramparo S.L. sumó más de medio millón de euros de pérdidas entre 2016 y 2018. José Luis Moreno se ha ganado a pulso el título 'catedrático' en 'ingeniería fiscal y bancaria', según se desprende de la instrucción que se lleva a cabo en la Audiencia Nacional. Carlos Lozano tuvo que vender su casoplón para resolver sus problemas económicos.
Andrés Pajares aumentó su fortuna y fama con Los Bingueros pero logró el Goya y el reconocimiento de la profesión y premios con ¡Ay, Carmela! Ese mismo camino quiere recorrer José Mota, que lleva años intentando triunfar en la gran pantalla como su amigo Santiago Segura, pero la suerte le es esquiva. Peor le va a su excompañero en Cruz y Raya, Juan Muñoz, que el pasado año desmintió sufrir problemas de todo tipo. "Ni estoy arruinado, ni tengo adicciones, ni abuso del alcohol, ni consumo drogas", afirmó.
Las fallidas comedias de Arturo Valls
También busca saltar al cine Arturo Valls, que gana un dineral en televisión pero ha perdido cientos de miles de euros en varias películas que ha producido y protagonizado. Eso sí, no por esas parece desfallecer como productor y actor en la gran pantalla. El ex del CQC, Cámera Café o ¡Ahora caigo! se estrelló con su productora Pólvora Films con Los del túnel (2017); con el testamento cinematográfico de José Luis Cuerda, Tiempo después (2018) y con la insufrible Cámera café: la película (2022), que fue la fallida ópera prima del chanante Ernesto Sevilla como director.
Algo se quema en la cocina de Pedroche
Si Arturo Valls se gasta dinerales en intentar triunfar como protagonista cinematográfico, Cristina Pedroche hace lo propio con los negocios de su marido, Dabiz Muñoz, cuya sociedad Pig Wings arrastra una deuda de tres millones de euros. El chef estrella, con mejor ojo para dar que hablar y sobre todo dar de comer que para los negocios, tuvo que cerrar uno que abrió en Londres porque estuvo a punto de llevarle a la quiebra. "Tuvimos que pedir un crédito para mantenernos abiertos cuatro meses", reconoció. La mismísima presidenta del Santander acudió al rescate del talentoso cocinero.
Pedroche triunfa una vez al año presentándose con su vestido erótico-festivo en las uvas del 31 de diciembre a retransmitir la campanadas, pero está naufragando con Password, al igual que lo hizo previamente con Pekín Express, Tú sí que sí, Dentro de..., Top 50 o Love Island España. Ella, que fue segundo plato de Luján Argüelles, creía que esta vez iba a poder triunfar en televisión sin ir semidesnuda en la Puerta del Sol. "Me molesta que se critique sin verlo, sin darme una oportunidad, que parezca que nadie se alegra o incluso que me deseen mala suerte", aseguró antes de estrenar Password, principal fracaso otoñal de Antena 3, talón de Aquiles de la cadena líder.
Andreu Buenafuente ahora respira después de tres décadas en televisión tras haber vendido su productora hace cuatro años. El Terrat pasó a manos del gigante Mediapro por 11 millones de euros más ocho en deudas. El showman se vio obligado a vender su empresa, que en 2006 se torció al invertir 12 millones de euros en el nacimiento de La Sexta, ruina para todos (llegó a acumular pérdidas por 500 millones de euros) menos para Jaume Roures, que ahora ha sido también 'despedido' por sus socios chinos, accionistas mayoritarios de la productora.
Al menos Buenafuente liquidó sus deudas y mantiene varias propiedades, como un chalet sito en una parcela de más de 400 metros cuadrados en Cabrera del Mar (Barcelona) y una casa en Formentera que cuenta con una hectárea de terreno.
Arguiñano, mago de las finanzas en televisión
No todos los televisivos son sinónimo de ruina: Ana Rosa Quintana niega que gane al año los tres o cuatro millones que Wikipedia le adjudica y matiza la diferencia entre lo que cobra ella y lo que factura su productora. Pero para muestra un botón: se embolsó 760.000 euros en 2022 solo por los dividendos que repartió Unicorn Content.
Jorge Javier Vázquez tuvo momentos complicados hace más de diez años con Hacienda pero escarmentó con el susto y organizó sus dineros y su patrimonio. Los libros no le han hecho rico y el teatro más bien le ha restado. Pero el presentador, ahora de capa caída y sin programa, cobró el pasado año más de millón y medio de euros a través de su compañía Jorge Javier S.L. (con la que factura a Mediaset).
Pero es Karlos Arguiñano el mejor maestro televisivo de la cocina y tampoco se le dan mal las finanzas. El holding familiar del de Beasain, Bainet Taldea, en el que figura como apoderada su mujer, María Luisa Amestoy Alfaro, obtuvo en 2021 unos beneficios de 3.755.000 euros tras haber facturado 6,7 millones. La pata televisiva del emporio, Bainet Comunicación, en 2021, últimos datos públicos, facturó 10,7 millones de euros (2,2 más que en 2020) y obtuvo unos beneficios de 790.000 euros. Y la deportiva, Baiko Kirola, facturó 2,4 millones en 2020 y obtuvo unos beneficios de 147.000 euros. El chef posee inversiones inmobiliarias, tiene un hotel-restaurante en Zarautz, una escuela de cocina, viñedos, bodegas o una editorial de libros.