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Sonsoles Ónega se lleva un millón de euros por ganar el Planeta pero 'reparte' con Hacienda


    Informalia

    María Jesús Montero (es un decir) también estaba pendiente este domingo de el Premio Planeta porque Hacienda (que somos todos) gana siempre. Efectivamente, la Agencia Tributaria compartirá con Sonsoles Ónega un buen pellizco del millón de euros bruto que la editorial entrega a la autora a cambio de los derechos de la obra premiada.

    Es el premio literario mejor dotado de las letras españolas y uno de los más generosos del mundo: más que el Nobel de Literatura, que entrega unos diez millones de coronas suecas (casi 900.000 euros). Pero claro, la presentadora, que está loca de contenta, tiene que pasar por caja. 

    Desde hace años, la Agencia Tributaria no considera que a este galardón se le puedan aplicar las ventajas fiscales previstas para los premios literarios porque la editorial se queda con los derechos de autor, aunque ha habido excepciones. Otra periodista, en este caso finalista en 2012, Mara Torres, consiguió que un tribunal le concediera una reducción del 30% en los impuestos, tal y como confirmó el Tribunal Supremo. La cuestión es si se trata de un premio verdadero o de una contraprestación encubierta, un acuerdo entre la editorial, que en realidad se queda con los derechos de explotación de la novela y paga así al autor. El Supremo ha dado la razón en ocasiones a quienes han pleiteado con hacienda. En todo caso, sin reducción y aplicando el tipo de IRPF vigente en 2023 para rentas superiores a 300.000 euros, estaríamos ante una retención del 47%, prácticamente la mitad del premio en metálico.

    Hacienda considera que la reducción no se aplica cuando el galardón se da a cambio de los derechos de autor porque estima que en esos casos es una forma de retribución y de algún modo el premio literario pueda camuflar o encubrir el pago de una editorial a un autor.

    En 2018, la dirección general de Tributos estableció que no se consideran premios, a efectos fiscales, "las contraprestaciones económicas derivadas de la cesión de derechos de propiedad intelectual o industrial o que sustituyan a estas". 

    El Planeta, dotado con un millón de euros, el mayor premio de la literatura en castellano, se otorga a una novela ya publicada y sin nada a cambio, por lo que sí tiene ventajas fiscales. Pero no debemos olvidar que Sonsoles Ónega, como todos los ganadores que se presentan y aceptan las bases, cede los derechos a la editorial y por tanto no puede rebajar la factura fiscal.

    Algunos fiscalistas cree que la regulación de Hacienda está planteada para los premios que no se deriven de una previa cesión de los derechos de propiedad intelectual, ya que la causa del premio ha de ser un previo fallo del jurado y no una previa cesión de derechos pactada con la editorial. Es decir, que no sea un pago de la editorial al autor disfrazado del premio.

    La cuestión es si la cesión de derechos es antes o después de lograr el premio. En el segundo caso, sí puede tener  derecho a rebajar la factura fiscal. La abogacía del Estado cree que el premio Planeta "supone una contraprestación, a cambio de la cesión de derechos de la propiedad intelectual" y que por lo tanto no se puede acoger a la reducción.

    Por tanto, en el caso de que en un premio no se produzca contraprestación alguna y no exista cesión de los derechos de propiedad industrial o intelectual, la exención de lo percibido económicamente por el premio sería posible. Pero para los premios en los que sí existe una contraprestación, como es la cesión exclusiva de la explotación de la obra literaria y de derechos de la propiedad intelectual sobre la misma, no estarían exentos, aunque sí tener una reducción reducción del 40%.