Televisión

Eneko, ganador de 'Masterchef': "En el fútbol me pudo la presión y llegué a tener ansiedad"


    David Saiz

    Eneko Fernández se ha "desquitado". Después de tener una experiencia a medio gas como futbolista profesional -tuvo que retirarse por un cúmulo de lesiones- ahora ha podido "brillar" gracias a Masterchef, convertido en ganador de su undécima edición. En el concurso de TVE ha aplicado todo lo que le enseñó la alta competición deportiva y ha podido "gestionar la presión" que le superó cuando jugaba en los estadios ante miles de personas. "Ahora sí que puedo y voy a por todas".

    Masterchef se grabó hace unos meses. ¿Te ha costado guardar el secreto de que eras el ganador?

    La verdad es que me he quitado una mochila de encima. No ha sido nada fácil pero, por otra parte, me hacía gracia que mi familia y amigos lo vieran sin saber lo que pasaba. Yo me contagiaba de esa alegría.

    ¿Te visualizaste realmente como ganador en algún momento de la competición?

    Desde el principio, sabiendo que lo tenía muy difícil, sí me veía llegando hasta el final, por eso me sentía tan mal las veces que he estado en riesgo. En el último tercio de la edición, pegué un subidón fuerte y comencé a verme ganador.

    Se dice de ti que eres "paciente", "guapo", "educado", el "concursante perfecto"... ¿Cómo te tomas todos esos piropos?

    Me da un poco de vergüenza que hablen así de mí, pero es verdad que el programa me ha venido un un buen momento de mi vida, después de haber sido futbolista, con experiencias que me habían hecho entender cómo gestionar la presión. Ahora he podido brillar de verdad, porque en el fútbol me costó por la presión y la exigencia.

    ¿Qué te enseñó el fútbol que hayas podido aplicar en Masterchef?

    Gestionar la presión, porque en Masterchef me sentía como cuando estaba ante un estadio lleno. Y, por otra parte, la gestión de las relaciones personales. Vivir en tantos vestuarios con gente distinta y formando parte de una competición me ha hecho saber relacionarme, llevarme bien con la gente y lidiar en los conflictos.

    Desde un punto vital, ¿Masterchef ha servido para resarcirte de tu etapa del fútbol, de donde te tuviste que retirar?

    Siempre he tenido la espinita clavada de que en el fútbol no brillé lo suficiente porque no supe gestionar la presión y llegué a tener ansiedad. Masterchef ha sido el desquite. Cuando me ofrecieron la doble capitanía, por ejemplo, lo acepté porque era una forma de dar el paso adelante que no me atreví a dar en el fútbol y me cargué con toda la responsabilidad. Ahora sí que puedo y voy a por todas. 

    Luca ha sido el otro protagonista de la edición. ¿Cómo has vivido su presencia tan polémica?

    Ha sido muy fácil convivir con él. Es un chico muy joven y las polémicas que han aparecido en el programa eran tonterías. Masterchef le puede venir muy bien, porque ha aprendido disciplina, constancia, esfuerzo... son herramientas que luego va a poder utilizar.

    ¿Crees que ha habido favoritismo con Luca?

    No lo siento así. Todas las decisiones las ha marcado la cocina y cuando ha hecho un mal plato, se ha ido a su casa.