Manuel Villanueva, el gran purgador de Jorge Javier y su mundo: el hombre que mató a Liberty Vázquez

Jubilarse antes de cumplir los 53 años, con la vida resuelta y una economía más que desahogada, es un privilegio y un sueño envidiable para muchos. Sin embargo, existe cierta sensación de que Jorge Javier Vázquez es el gran sacrificado de la metamorfosis a la que se enfrenta Mediaset. Su aparente retirada de la televisión no se ha explicado: que si una baja, que si se queda, que si no aparece, etc. Pero no lo vemos ya en pantalla y el responsable de este crimen tiene nombre. Otra cosa es que se produzca una resurrección tras un tiempo de barbecho, sean por razones de salud, estratégicas o una combinación de ambas.

La cadena nos dijo que seguirían contando con Jorge Javier cuando el pasado 5 de mayo anunciamos el final del universo Sálvame y la mudanza de Ana Rosa Quintana a las tardes. Pero no fue así. Jorge Javier tenía aún un año de contrato, el que le regaló Vasile antes de irse, y además es un activo indiscutible como presentador, mucho más allá del universo Sálvame.

Entonces, ¿por qué había que eliminarlo? Para empezar, no es descartable que él no quisiera seguir y decidiera llegar a un acuerdo, por ejemplo para dedicarse a otras cosas. Pero es cierto que esta nueva Telecinco post Paolo Vasile le ha pintado como el malo de la película, y no por sus mítines políticos a favor de las izquierdas, o por tratar de erigirse en la voz de la libertad frente a los opresores, o por sus radicalismos en la época dura del docudrama de Rocío Carrasco, sino porque le toman como el icono por excelencia de una imagen que quieren superar, o sea, borrar.

El encargado de matar a Jorge Javier, al Liberty Valance del vasilismo, ha sido, curiosamente, un hombre que convivió en Fuencarral con el antropólogo y ejecutó todo el diseño de parrilla que arrasó durante dos décadas, convirtiendo a Vasile en todo un John Wayne, un héroe en términos de audiencia. Villanueva es ahora un superviviente, mano derecha de Alessandro Salem en cuestión de contenidos, y en el futuro podremos recordarle como el hombre que mató a Liberty Vázquez.

Mediaset le ha ratificado en su cargo y ya diseña, sin Jorge Javier, hasta donde sabemos, la que podría ser su última temporada al frente de los Contenidos de Telecinco. La mano derecha de Salem es el pistolero contratado por la empresa no solo para cargarse al malote sino para tutelar la fabricación del sustituto de Sálvame y perfilar el regreso de Gran Hermano VIP.

Los gurús mediáticos pronosticaban que la jubilación de Paolo Vasile iba a implicar una revolución de Mediaset España, que se carga a JorgeJa y su mundo pero no aparca el corazón, ni jubila definitivamente Gran Hermano tras la condena por el abuso sexual sufrido por Carlota Prado, ni otorga más peso a Informativos Telecinco.

Las novedades en el primer semestre del ejercicio 2023 se pueden resumir en la eliminación de Sálvame y Jorge Javier, algunos cambios de fondo (mediante la implementación de Códigos éticos en programas y realities), en las formas (tras el despido en la dirección de Comunicación de Mirta Drago y la llegada de Sandra Fernández), y en materia de proveedores (ya que La Fábrica de la Tele ha sido sustituida de facto por las factorías del gigante Banijay, participado por Vivendi: Zeppelin, Gestmusic, Cuarzo o Shine). El brazo ejecutor de los cambios en contenidos sigue siendo Manuel Villanueva, un James Stewart, un poli bueno durante sus dos décadas de servicio al mando verticalísimo de Paolo Vasile.

Los herederos de Berlusconi han evitado cambios de calado y han ordenado que Alessandro Salem continúe ejecutando la hoja de ruta diseñada por Vasile, 3.600 millones de euros de beneficios en 23 años. Solo que con otra estética aparente. Fuentes del grupo explican a Informalia que Villanueva, de 66 años, pretendía jubilarse junto a Vasile, pero que desde Italia le pidieron al gallego que siguiera hasta el fin de la próxima temporada, la 2023/24.

GH VIP y Ana Rosa, claves en Telecinco a partir de septiembre

La temporada 23/24 será clave para Mediaset España, que con un canal más pelea por el liderazgo grupal a pesar de las crisis de Telecinco y Cuatro, y que con su tijera en los costes reina en el apartado de los beneficios audiovisuales. Este último epígrafe es el único que parece interesar a Pier Silvio Berlusconi, manejador del imperio antes y después de la muerte de su padre y avalista de los plenos poderes que se le han otorgado al Ceo Alessandro Salem para enfado del presidente Borja Prado, compuesto y sin más cometido que la representación institucional.

Villanueva está centrado en encargar al menos cinco productos en prime time a Banijay: Me resbala, Vaya vacaciones, La última noche, ¡Allá tú! y GH VIP. El pontevedrés busca voltear las audiencias a partir de septiembre con GH VIP y la versión verpertina de Ana Rosa, que huye de las mañanas dejando líder (muchos días) a Alfonso Arús. 

En Fuencarral barruntaban que tras el relevo de Vasile Villanueva iba a estar descansando en Galicia en vez de estar ultimando las novedades estivales y otoñales de Telecinco y Cuatro. Y es que el directivo nunca ha cortado el cordón umbilical con su tierra. En el último año el de Marín ha sido nombrado Hijo adoptivo de Ourense por la Diputación que capitanea el polémico Xosé Manuel Baltar, ha dado el pregón de su localidad natal, ha ganado el premio Álvaro Cunqueiro que organizan distintos organismos de su tierra con el artículo "Breve historia de un cocido gallego en Madrid" y ha mostrado su amor por el Celta.

Hace dos meses, con Telecinco naufragando, Villanueva sacaba tiempo para publicar en Faro de Vigo un artículo XXL sobre el equipo de Iago Aspas. En el texto asegura que "ser del Celta es una manera de estar en la vida. Es convocar a unos cuantos compañeros de comunión futbolística para repasar el presente que nunca se sabe si es el último minuto del pasado o el primero del futuro. Es sentarse en la Taberna de Eligio, pedirse un ribeiro y recordar a Domingo Villar, a quien tanto quise".

Textos dedicados al Celta o al cocido gallego acrecientan la fama de ejecutor de Manolo Villanueva. Decían que Vasile hacía y decidía por todos mientras Villanueva simplemente ejecutaba y se volcaba en llenar un blog gastronómico y vitivinícola alojado en Nius Diario que lleva por nombre El Correcaminos gastronómico, centrado según él "en la búsqueda de comida y bebida, de experiencias diversas a este respecto, y de curiosidades".

Villanueva dirigió los programas de la Televisión de Galicia hasta 1990, ejerció posteriormente como director de programación de la recién nacida Telecinco, desde la que saltó a Canal+ como director de programación y posteriormente a la dirección de contenidos en Antena 3.

En 2002 volvió a Telecinco bajo las órdenes de Vasile y ahora reporta a Salem. A su lado ya no tiene al eterno Leonardo Baltanás, obligado a marcharse, pero al menos cuenta con el respaldo de su amigo Pedro Revaldería, y de dos exdirectores de Gran Hermano, Jaime Guerra y la recién fichada María Zambrano, directiva clave de la nueva etapa ya que tutelará la nueva edición del Big Brother con celebrities.