Televisión

Itziar Ituño ('La casa de papel') vuelve al cine con 'Irati', un viaje fantástico de mitos, aventuras y leyendas


    David Saiz

    No es Juego de Tronos, pero hay aventuras; tampoco es El señor de los anillos, aunque Irati es una película de género fantástico que pone la mitología vasca y las leyendas que esconden sus bosques en el centro de este cuento mágico ambientado en la oscura etapa histórica del siglo VIII, la baja Edad Media, cuando el cristianismo se extendía por Europa mientras los ancestrales dioses locales y paganos empezaban a estar mal vistos y tendían a desaparecer porque, en realidad, solo existen si alguien cree en ellos.

    Lea también: 'The Bear', 'Sky Rojo' y otras series con capítulos de 30 minutos, la duración perfecta: por qué cada vez queremos episodios más cortos

    Fascinado por la mitología de su tierra, el director Paul Urkijo Alijo (Errementari) ha recreado un fascinante universo de leyendas donde transcurre esta historia protagonizada por Eneko (Eneko Sagardoy, Goya por Handia), un noble católico que tiene que demostrar su valía para ejercer de líder del valle, como lo fue su padre, además de recuperar el cuerpo de éste. Para ello echará mano de una joven pagana llamada Irati, interpretada por Edurne Azkarate, que debuta en el cine con un aplaudido trabajo. Mientras Eneko representa la 'amenaza' que viene de fuera, Irati es la hija de Mari, la Diosa ancestral que habita en los parajes de la zona y que encarna la actriz Itziar Ituño.

    La voz de 'Lisboa'

    Curtida en el circuito vasco durante años, Ituño goza ahora de una fama internacional espectacular gracias al espaldarazo definitivo que le dio su personaje de Lisboa en La casa de papel, la serie española más exitosa de todos los tiempos. Más recientemente, ha protagonizado la miniserie Intimidad, disponible en Netflix. En Irati, ejerce el papel de fuerza creadora de la naturaleza con la peculiaridad de que lo ha tenido que hacer con la presencia de su voz, porque su rostro permanece oculto durante la película.

    Rodada en euskera antiguo, Irati consiguió cinco nominaciones técnicas a los Goya. Destaca por su cuidada factura y sobresale por la delicada y mágica atmósfera que consigue al retratar esos bosques que tanto inspiraron a su director y que viene a demostrar que "Todo lo que tiene nombre existe".