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La boda millonaria de la hija del fundador de Apple: Eve Jobs y Harry Charles se casan en la campiña inglesa
- Entre los invitados, Kamala Harris, Jessica Springsteen, Phoebe Gates y Elton John, que actuó por un millón de libras
Sara Tejada
Un mes después de la fastuosa boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez en Venecia, el mundo de las celebridades y de la élite global volvió a reunirse, esta vez en los idílicos paisajes de los Cotswolds británicos, para celebrar el enlace de Eve Jobs, hija menor del cofundador de Apple, Steve Jobs, con el jinete olímpico Harry Charles. Una ceremonia tan privada como opulenta que ha captado la atención internacional por su cuidada discreción, su entorno bucólico y su millonaria organización.
El evento, celebrado el sábado 26 de julio en la iglesia de St. Michael and All Angels, en la pequeña localidad de Great Tew, fue descrito como una celebración "organizada con precisión militar". Con un coste estimado de seis millones de euros, la boda contó con un despliegue logístico que incluyó barreras de seguridad, entradas secretas para los novios y algunos invitados, y una estricta prohibición de móviles y redes sociales. Una rareza en tiempos donde lo habitual es compartir cada instante. La iglesia fue decorada con exuberantes arreglos florales de rosas rojas, ramas de haya y alfombras persas, creando un ambiente romántico y sobrio. A pesar del hermetismo del evento, trascendió que Eve Jobs, de 27 años, entró al templo por una puerta lateral para evitar a la prensa, al igual que muchas de las personalidades invitadas. Entre ellas, destacaron figuras como Kamala Harris, exvicepresidenta de EE. UU. y amiga íntima de Laurene Powell Jobs, madre de la novia; la princesa Beatriz de York y su esposo, Edoardo Mapelli Mozzi; el diseñador Jony Ive, mano derecha de Steve Jobs en Apple; y el cantante Elton John, quien puso el broche musical al evento con una actuación privada valorada en más de un millón de libras (1.152.000 euros).
Eve Jobs, graduada en en Ciencia, Tecnología y Sociedad por la universidad de Stanford, ha sabido forjar su propio camino al margen del legado de su padre. A los dos años comenzó a montar a caballo y desde entonces ha cultivado una exitosa carrera como amazona profesional, llegando a ganar una medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de 2019. También ha hecho incursiones en el mundo de la moda, siendo portada de Vogue Japón y rostro de campañas para marcas como Glossier.
Harry Charles, de 26 años, es uno de los jinetes británicos más prometedores y ya ha cosechado varios títulos, incluido un oro olímpico en París 2024. Se conocieron en el circuito ecuestre en 2022 y desde entonces han sido inseparables. Fue precisamente en los Juegos Olímpicos cuando Eve publicó una foto en Instagram felicitando a su entonces novio: "Proud of my love", escribió junto a una imagen que hoy parece anunciar lo que sería su compromiso definitivo.
Los festejos comenzaron días antes, el jueves por la noche, con una recepción en The Bull, un pub emblemático de la cercana localidad de Charlbury. La discreta velada fue el preludio de un fin de semana de celebraciones que alcanzó su punto culminante con el banquete nupcial celebrado en el exclusivo hotel Estelle Manor. Todas sus 107 habitaciones fueron reservadas para los invitados, y algunos de ellos se alojaron en el cercano Soho Farmhouse, el mismo lugar donde Meghan Markle celebró su despedida de soltera.
El selecto grupo de asistentes incluía a rostros conocidos del mundo del espectáculo, la política y los negocios. Entre los invitados destacaban otras "herederas de", como Jessica Springsteen, hija del cantante Bruce Springsteen; Phoebe Gates, hija menor de Bill Gates; y Sofia Abramovich, hija del exdueño del Chelsea. Springsteen y Gates fueron parte del grupo de nueve damas de honor, todas vestidas con diseños rojos a juego con la temática floral de la boda.
A pesar de que el coste oficial de casarse en la iglesia fue de 675 libras (unos 790 euros), el gasto total del enlace se estima en torno a los seis millones de euros. Parte de este presupuesto se destinó a reforzar la seguridad del evento, con un equipo formado por exmilitares que garantizó la privacidad absoluta de los novios y sus invitados. "Nunca he visto nada igual", confesó una fuente a la revista Hello.
Jony Ive, presente en la celebración, fue uno de los amigos más cercanos de Steve Jobs. En declaraciones recientes, aseguró que aún se pregunta "¿qué haría Steve?" al enfrentarse a nuevos desafíos en diseño, aunque el propio Jobs le pidiera que no le imitara. Su presencia en la boda fue también un guiño emocional a la memoria del padre de la novia, fallecido en 2011 tras una batalla contra el cáncer de páncreas.
Eve tenía apenas 13 años cuando perdió a su padre, pero, según su biógrafo Walter Isaacson, compartieron una relación especial. "Steve hablaba de Eve con orgullo, pero también con una sonrisa traviesa. Estaba convencido de que, si ella quisiera, podría gobernar el mundo", escribió Isaacson en su biografía. Aunque Laurene Powell Jobs ha reiterado que sus hijos no vivirán de la herencia —estimada en más de 20.000 millones de dólares—, Eve ha demostrado que su talento y ambición la definen más allá de su apellido.