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Reanudan la búsqueda de Madeleine McCann 18 años después de su desaparición: 4 días, 60 agentes y un cercado por tierra y aire


Informalia

Nuevo giro en una de las desapariciones más angustiosas de las últimas décadas. La policía ha reanudado este martes la búsqueda de Madeleine McCann, la niña británica de tres años que desapareció cuando sus padres la dejaron durmiendo sola en la habitación del hotel para irse a cenar con unos amigos. Aunque las causas de este nuevo e inesperado rastreo no se han desvelado, todo apunta a que se debe a la próxima liberación de Christian Brueckner, principal sospechoso, que saldrá de prisión en el mes de febrero tras cumplir una condena de 7 años por violar a una menor y a quien intentan desesperadamente relacionar con el caso McCann para asegurar su permanencia entre rejas.

Ha sido la policía alemana quien se ha trasladado hasta Praia da Luz, el paraíso portugués en el que sucedieron los hechos en 2007. Treinta agentes de campo, incluidos expertos forenses, trabajan desde esta tarde en las labores de búsqueda en colaboración con la policía portuguesa, que presta toda la ayuda necesaria. Se ha acotado una zona cercana a la casa que Brueckner tenía alquilada en aquel momento y se han cortado carreteras y prohibido el tráfico de drones ajenos a la policía. Serán cuatro días de búsqueda oficial aunque las autoridades locales son pesimistas en cuanto a los resultados. De momento, los trabajos se han centrado en un edificio abandonado, donde están limpiando varias zonas de matorrales para liberar el interior de la vivienda. Además, han anunciado que vaciarán varios pozos, en los que Brueckner podría haberse deshecho del cadáver de Madeleine

Hay que recordar que la última vez que la policía barrió la zona fue en 2023, concretamente el embalse de Barragem do Arade, a 45 minutos de Praia da Luz, una zona en la que Brueckner solía acampar con su autocaravana. Los investigadores eliminaron maleza e hicieron pequeñas prospecciones durante dos días en busca de alguna pista o de la ropa de la pequeña británica; lograron dos bolsas grandes con posibles pruebas, pero ninguna de ellas estaba relacionada con la menor desaparecida. Entonces participó también la Policía Metropolitana de Londres, que esta vez se mantiene al margen.

Christian Brueckner es un peligroso depredador sexual cuyas víctimas no superan la mayoría de edad. Cometió su primer delito a los 17 años, abusando de dos niñas de 9 y 6 años, pero huyó de la policía y se refugió en Portugal. Aquí tomaba las precauciones para pasar desapercibido cambiando de coche habitualmente y ganándose la vida con el trapicheo de droga, robo de combustible y la compra-venta de vehículos usados. Regresó a Alemania por temporadas y en una de esas visitas, en 2017, fue detenido tras entrar en un parque infantil y comenzar a masturbarse delante de varios niños. No le juzgaron por ello y, en libertad, continuó cometiendo abusos, grabándolos y compartiéndolos con otros pedófilos. A su llegada al Algarve, alquiló una casa de campo que utilizó como centro de operaciones para grabar material. Hasta allí llevaba a los menores y abusaba de ellos, en ocasiones delante de su madre.

Su nombre no fue relacionado con el caso McCann hasta que su novia, Nakscije Miftari, confesó a la policía sus sospechas. Él se negó a responder a las preguntas de los agentes: "Sé lo de Maddie, estaba cerca del hotel en ese momento. Yo vivía cerca. No voy a decir nada más. No soy un tipo estúpido, soy un hombre de negocios", le dijo entonces a Miftari. Más tarde, confesó el delito a su compañero de celda, Laurentiu Codin: "Dijo que estaba en una zona de hoteles donde viven personas ricas, entró a buscar dinero, pero en vez de eso se llevó a una niña. Hablaba de una niña, no sé si lo que dijo era verdad o no. Dijo que tenía un autobús y que se la había llevado en él, que tuvo sexo con ella, pero no la mató".