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Adriana Abascal y Filiberto de Saboya, de Japón al paraíso: los detalles de su última escapada romántica


Informalia

Llevan juntos seis meses y su relación se consolida. La noticia de su romance saltó el pasado mes de enero, cuando Filiberto de Saboya acompañó a Adriana Abascal a un desfile. Desde entonces aprovechan cada hueco libre en su agenda para disfrutar de un romance intenso que estos días les ha llevado a Japón, donde presidieron la noche de gala de la Orden Dinástica de Saboya por la Exposición Universal de Osaka. Tras cumplir con la importante cita, aprovecharon el viaje para desconectar en la isla de Palawan, Filipinas.

Según la revista gala Point de Vue, la modelo y el aristócrata se han alojado en la localidad de El Nido, en un resort exclusivo en el que han disfrutado de privacidad y romanticismo a raudales desde un bungalow con vistas al mar. Entre sus actividades, un paseo en kayak y un picnic en una de las playas más bonitas de la isla, donde les atendió un servicio privado.

Adriana y Filiberto fueron muy discretos en sus inicios, pues ni siquiera había trascendido a la prensa el divorcio del aristócrata de la actriz francesa Clotilde Coureau, madre de sus dos hijas. Los motivos de su separación no han trascendido, pero su relación es muy cordial: "Clotilde y yo nos llevamos muy bien, la respeto y la quiero, y siempre será la madre de mis hijas, que son increíbles", ha explicado él en una entrevista para la revista Gala. Sobre su historia de amor con la top mexicana, ha asegurado: "Adriana y yo nos llevamos muy bien. Cada uno vive por su cuenta y trabajamos mucho. Nos alegra mucho volver a encontrarnos, ya sea en Mónaco, Italia, España o París". Saboya no ahorra piropos a la hora de hablar de su chica: "Siempre me han atraído las mujeres divertidas, brillantes, independientes, con pasión y que trabajan".