Isabel Preysler sale de su encierro tras la muerte de Vargas Llosa: en Washington para la graduación de su nieto mayor
Esperanza Ortiz
La muerte de Mario Vargas Llosa, el pasado 13 de abril a los 89 años, hizo que Isabel Preysler se encerrara en su casa de Puerta de Hierro para evitar dar declaraciones acerca del Premio Nobel de Literatura con el que convivió ocho años, los cuales acabaron como el rosario de la aurora tras escenas de celos infundados del peruano, según sostuvo en su día la reina de corazones. Un mes después de la muerte del autor de La ciudad y los perros, hemos visto por primera vez a Isabel, pero lejos de España.
En concreto, la revista Semana la muestra en el aeropuerto de Washington acompañada por Tamara Falcó. Juntas viajaron a Estados Unidos para un día muy especial, la graduación del nieto mayor de Preysler.
Alejandro, el hijo de Chábeli Iglesias, se graduaba en Derecho a sus 23 años y su abuela y su tía no se perdieron este día tan significativo. Fue este sábado 10 de mayo y quien también estaba muy orgullosa del momento fue Sofía, la otra hija, de 13 años, de Chábeli con Christian Altaba.
Tras la muerte de Vargas Llosa, Preysler optó por el silencio y por no hablar de la muerte del literato, quien en su día dejó a la madre de sus hijos, Patricia, tras celebrar 50 años de casado, por ella. Morgana, Álvaro y Gonzalo, los hijos del escritor, sonrieron cuando ocho años después, en 2022, Mario e Isabel terminaron y su padre regresó a los brazos de Patricia, con quien se reconcilió y vivió los últimos años de su vida, instalado especialmente en Lima, Perú. El Nobel sufría una enfermedad desde los últimos años, de la que su familia no quiso hablar públicamente.