Qué es la mielodisplasia, la enfermedad que Frank Cuesta dice padecer tras mentir sobre su cáncer
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Informalia
Frank Cuesta ha comunicado este martes que sus "problemas de mitomanía y ego" le han llevado en estos años a mentir sobre su imagen pública: no es herpetólogo ni veterinario y, además, su Santuario es, más bien, "una granja". Respecto a la enfermedad que padece, ha aclarado que no es cáncer, sino una mielodisplasia.
"No tengo cáncer, llevo años tratándome de una mielodisplasia, pero no tengo cáncer", ha informado el que fuera el presentador de Frank de la Jungla. Cuesta decía hasta ahora padecer leucémica mielógena crónica, conocida también como leucemia acelerada, que afecta a la sangre y la médula ósea.
El animalista explicó el pasado mes de enero que todos los años debía someterse a un tratamiento para combatir la enfermedad, motivo por el que en ocasiones reaparecía sin pelo. "Aunque veáis que bajo de peso o que se me cae el pelo, es una cosa normal y no es que me esté muriendo ni que me esté pasando nada malo", contó en YouTube, aclarando que esto le ayudaba a "mantenerse": "A veces, hay que pasarlas putas durante un tiempo para estar mejor".
Esto de Frank Cuesta huele a una sola cosa:
— Cristian Lanatta (@cristianlanatta) May 13, 2025
Que hay algo aún peor que intenta que no salga a la luz. Si, peor que estafar, que mentir con enfermedades, que comprar animales a traficantes o que construir una carrera en base a mentiras. Y sabe que las pruebas están en otras manos. pic.twitter.com/NxqPtJwgKG
¿Qué es la mielodisplasia?
A pesar de las declaraciones de Cuesta, la mielodisplasia se considera un tipo de cáncer. También llamados síndromes mielodisplásicos (MDS), estas patologías engloban enfermedades caracterizadas por alteraciones en el crecimiento de las células de la médula ósea, que es el tejido esponjoso que desde dentro de los huesos se encarga de producir las células sanguíneas. Las personas que padecen mielodisplasia sufren una producción es anormal, lo que deriva en problemas de salud como anemia crónica y fatiga extrema. También se puede tener una mayor susceptibilidad a infecciones, así como sangrados difíciles de controlar. En casos más graves, la enfermedad puede evolucionar a leucemia mielocítica aguda, que es, precisamente, lo que el creador de contenido aseguraba que le habían diagnosticado 20 años atrás.