Gente

María del Monte da la última hora sobre la salud de su mujer, Inmaculada Casal, tras ser operada de urgencia


Informalia

Enfundada en un traje de flamenca de color rojo de lina, María del Monte acudió este miércoles a la Feria de Abril. Eso sí, lo hizo sin su mujer, Inmaculada Casal, quien se recupera en casa tras ser operada de apendicitis. Por suerte, la periodista acudió a tiempo al hospital, donde la ingresaron de urgencia, y estos días avanza favorablemente. Todo ha quedado en un susto.

"La tuvieron que intervenir de apendicitis, pero vamos, está bien", informó la reina de las sevillanas. "Lo que pasa es que este no era el sitio más idóneo. Me da mucha pena que no esté aquí hoy. A ella también. Pero bueno, ¿qué le vamos a hacer?", añadió, subrayando que, en el caso de que Casal no se encontrara bien, ella no habría acudido a la cita sevillana: "Está genial. Si no, no estaría yo aquí".

La colaboradora de Y ahora Sonsoles celebró su presencia en la Feria, ya que no todos los años le resulta posible acudir. Es un evento donde se reencuentra con amigos y recarga las pilas; le brinda esa alegría que no siempre es fácil alcanzar.

"Siempre hay que tirar hacia adelante y, bueno, este año tocaba", apuntó, negándose, eso sí, a responder sobre los avances en la investigación por el asalto que sufrió en su casa en agosto de 2023 y la posterior detención de su sobrino, Antonio Tejado, por su presunta implicación en el robo. "Siempre digo lo mismo: estoy bien sin entrar en detalles", se limitó a decir.

Unos años convulsos

Desde que trascendiera la presunta implicación de Tejado en el atraco, la cantante pidió que se respetara su espacio y el de su mujer. La decepción que la cantante vivió con su sobrino la sumió en una profunda tristeza por la que tuvo que recibir atención psicológica, al igual que Casal. No obstante, las dos resisten juntas y se mantienen en apoyarse la una a la otra.

Atrás ha quedado aquella polémica 'cobra' que la cantante de Cántame le hizo a la comunicadora en la entrega de Medallas de Andalucía. Un gesto por el que después tuvo que dar explicaciones: "Se está hablando mucho de mi cobra. Admito que haya personas a las que les guste y a las que no les guste, porque de eso va el respeto. Lo que no me gustaría es que nadie confundiera los términos", dijo en el espacio de Sonsoles Ónega. Y añadió: "¿Qué tendrá que ver eso con que yo abandere o deje de abanderar la bandera del Orgullo? Lo he hecho, lo voy a seguir haciendo, porque creo que en esta sociedad tenemos que seguir comprometiéndonos con la desigualdad, que todavía hay mucha".