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La reacción de la madre de Roberto Leal a su nuevo posado de infarto: "Pareces un lavadero de esos antiguos"

La evolución de Roberto Leal en las portadas de 'Men's Health'

Informalia

A sus 45 años, Roberto Leal sigue levantando pasiones allá por donde pisa. Han pasado ya siete años años desde que sorprendió con su cambio físico: mucho más tonificado gracias al deporte y un estilo de vida saludable. Y ahora ha hecho balance provocando también la reacción de su madre, Mercedes Guillén, con un divertido comentario.

"No tengo complejos por tener más arrugas o el pelo más blanco. Lo que sí tengo cada vez más claro es que hay que exprimir la vida", ha dicho en una entrevista con Men's Health, donde nuevamente el presentador de Pasapalabra vuelve a presumir de six pack.

"Todavía hay mucha gente que se acuerda de cuando llevaba gafas y brackets y me dicen cuantísimo he cambiado en este tiempo. A mí en el fondo me hace muchísima gracia, porque yo me siento la misma persona", ha contado Roberto. Y apostillaba que sus hijos (tiene dos con su mujer, la periodista Sara Rubio) no opinan los mismo: "¡Qué feliz era también con mis gafas, con mis brackets y con mis 15 kilos más!". Lola, su hija mayor, tiene ya 7 años y Leo, el pequeño, cumplió los 4 en febrero.

La estrella de Atresmedia no se ha quedado ahí y ha seguido gritando su felicidad a los cuatro vientos: "No sé si ahora estoy mejor o peor, pero lo que sí que es verdad es que no he dejado de cuidarme. Yo siempre había hecho deporte, pero me metí en una disciplina y en una rutina de comer bien, de saber qué es lo que me funciona y lo que no, de priorizar ciertas co­sas... Fue un auténtico regalo".

La reacción de su madre

Roberto también ha contado cuál fue la reacción de su madre al ver la nueva portada que ahora protagoniza. Lo ha mostrado a través de un divertido vídeo: "¡Por Dios, Roberto, madre mía! Pareces un lavadero de esos antiguos de madera donde lavábamos la ropa. ¡Qué barbaridad! Qué fotos más bonitas, hijo".

Mercedes también le aconsejó: "Bueno, ya podrás empezar a comer algo más, ¿no? Porque el cuerpo lo tienes perfecto, pero te quedas muy delgado de cara". Y sentenció orgullosa: "Estás guapísimo, y qué pedazo de cuerpo".