La cantante Katy Perry y Lauren Sánchez viajan al espacio en el Blue Origin de Jeff Bezos: tú también puedes por solo 500.000 euros
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Informalia
La misión NS-31 de Blue Origin despegó este lunes con éxito desde el oeste de Texas, marcando un hito en la exploración espacial privada: por primera vez en su historia, el cohete New Shepard llevó a bordo una tripulación compuesta exclusivamente por mujeres. Las seis pasajeras –cada una destacada en su campo– surcaron el límite de la atmósfera con el espacio en un vuelo suborbital de unos 11 minutos que las llevó a experimentar la ingravidez y contemplar la Tierra desde más allá de la línea de Kármán.
La atención mediática no tardó en centrarse en una de las tripulantes más conocidas: Lauren Sánchez, periodista y filántropa, pero sobre todo reconocida por su relación con el fundador de Amazon y Blue Origin, Jeff Bezos. Prometida del magnate desde 2023, Sánchez se ha involucrado activamente en causas ambientales y en la promoción del acceso de más mujeres a la industria aeroespacial. Su participación en la misión NS-31 no fue meramente simbólica: desde hace tiempo es piloto con licencia y una entusiasta defensora de la aviación y la exploración espacial.
Junto a ella viajaron otras cinco mujeres de perfiles igualmente inspiradores. La cantante Katy Perry, que ha transformado el mundo del pop con su estilo colorido y su mensaje de empoderamiento, añadió una dimensión artística y emocional al vuelo. La experiencia, según fuentes cercanas, fue un sueño cumplido para la artista, quien desde hace años se declara fascinada por el espacio.
Otra figura reconocida a bordo fue Gayle King, periodista y presentadora del programa CBS Mornings. Con décadas de trayectoria, King ha entrevistado a presidentes, celebridades y líderes de opinión, y ahora puede sumar a su biografía un viaje más allá del planeta. Su presencia subraya el interés de los medios tradicionales en esta nueva era de exploración espacial liderada por compañías privadas.
El histórico vuelo de diez minutos
Kerianne Flynn, productora de televisión y cine, completó el contingente del mundo del entretenimiento, pero no se trató de un vuelo de celebridades. Junto a ellas viajaron también dos figuras fundamentales del ámbito científico y social: la ingeniera aeroespacial Aisha Bowe y la activista por los derechos civiles Amanda Nguyen.
Bowe, fundadora de la empresa STEMBoard y antigua ingeniera de la NASA, representa a una generación de mujeres dedicadas a romper barreras en disciplinas tradicionalmente masculinas. Ha trabajado incansablemente para aumentar la representación de mujeres y minorías en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Su presencia en esta misión refuerza la importancia de visibilizar el liderazgo técnico y científico femenino.
Por su parte, Amanda Nguyen es una defensora global de los derechos humanos. Fundadora de Rise, una organización que promueve legislación para proteger a las víctimas de violencia sexual, Nguyen fue nominada al Premio Nobel de la Paz y se ha convertido en un símbolo de resiliencia y lucha civil. Su viaje al espacio no solo es un logro personal, sino también un acto simbólico de expansión de las fronteras de la justicia.
El New Shepard, que lleva el nombre del astronauta Alan Shepard, es el vehículo suborbital reutilizable de Blue Origin. Ha realizado hasta ahora 11 vuelos tripulados, todos ellos exitosos. El de este lunes, sin embargo, marca un precedente no sólo por sus ocupantes, sino por el mensaje que transmite: el espacio, durante mucho tiempo dominado por hombres, se abre cada vez más a la diversidad de voces, talentos y sueños.
El vuelo ha durado poco más de diez minutos, pero sus implicaciones podrían ser duraderas. A medida que el turismo espacial se consolida, misiones como la NS-31 no solo desafían los límites de la tecnología, sino también los de la representación y la equidad. Y en esa órbita simbólica, estas seis mujeres han dejado una huella que inspira.
The NS-31 crew is certified 'ready to fly to space' by CrewMember 7 Sarah Knights. The launch window opens tomorrow at 8:30 a.m. CDT / 13:30 UTC.
— Blue Origin (@blueorigin) April 14, 2025
You can watch the live webcast here tomorrow at 7 a.m. CDT, hosted by Charissa Thompson, Kristin Fisher, and Ariane Cornell. pic.twitter.com/auKPJvtSl3
La primera misión femenina de Blue Origin: un vuelo al borde del cielo con Katy Perry y Lauren Sánchez
Este lunes, el cielo se abrió a nuevas voces. A las 15:30 (hora peninsular española), desde el árido paisaje del oeste de Texas, despegó con éxito la misión NS-31 de Blue Origin. No fue un vuelo cualquiera: por primera vez en la historia de la compañía espacial fundada por Jeff Bezos, la cápsula New Shepard llevó a bordo a una tripulación compuesta exclusivamente por mujeres. Seis pasajeras, seis trayectorias distintas, un solo destino: el borde del espacio.
A los pies del cohete, Bezos despidió personalmente a las tripulantes. Entre ellas, su prometida, Lauren Sánchez, periodista y activista medioambiental. A su lado, la cantante Katy Perry, la presentadora de televisión Gayle King, la ingeniera aeroespacial Aisha Bowe, la productora Kerianne Flynn y la activista por los derechos humanos Amanda Nguyen. Todas ellas se reunieron antes de abordar en un gesto íntimo: tomadas de la mano, Perry dirigió una oración por un vuelo seguro, en un acto de calma antes del rugido de los motores.
El protocolo de Blue Origin se cumplió con precisión casi ritual. Cada una tocó la campana plateada antes de subir al cohete, una tradición simbólica que marca el inicio del viaje. La cápsula, impulsada por el propulsor New Shepard —llamado así en honor al astronauta Alan Shepard, el primer estadounidense en el espacio—, ascendió más de 100 kilómetros, cruzando la llamada línea de Kármán, considerada el umbral del espacio exterior.
El vuelo, breve pero cargado de significado, duró poco más de 10 minutos. Durante ese tiempo, las tripulantes flotaron en gravedad cero y observaron la curvatura de la Tierra desde una perspectiva que muy pocas personas han tenido el privilegio de ver. Según la propia empresa, el vuelo alcanzó los 100,3 kilómetros de altitud antes de iniciar el descenso. Todo fue transmitido en directo por los canales oficiales de Blue Origin, en una cobertura que combinó épica y emoción.
A su regreso, la cápsula aterrizó suavemente en el desierto texano, donde Jeff Bezos las esperaba para abrir personalmente la escotilla. Lauren Sánchez fue la primera en salir. Corrió hacia Bezos y luego abrazó a sus hijos entre lágrimas. Katy Perry descendió a continuación, visiblemente emocionada. Al tocar el suelo, levantó una flor en señal de gratitud y besó la tierra. Una a una, las seis mujeres fueron recibidas entre aplausos por el equipo de Blue Origin.
Las reacciones no tardaron en llegar. Sánchez, aún conmovida, compartió su experiencia: "Estoy muy orgullosa de la tripulación. No puedo poner en palabras lo que sentí. Vi la Luna desde la ventana y la Tierra se veía tan tranquila. Siento muchísima alegría y gratitud". Flynn, por su parte, fue más concisa pero igual de elocuente: "Ha sido la mejor experiencia de mi vida".
El vuelo no otorga el título de astronauta oficial —para ello se requiere cumplir criterios más estrictos—, pero en lo simbólico, ha sido un paso gigantesco. La última vez que una misión femenina marcó un antes y un después fue en 1963, cuando Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en viajar al espacio. Desde entonces, el camino ha sido largo y desigual.
Tarifas que pueden superar los 500.000
Ahora, en pleno auge del turismo espacial, Blue Origin refuerza su apuesta por la inclusión. Y también por el negocio: aunque la empresa no publica los precios oficiales de sus vuelos, se estima que un asiento requiere un depósito de unos 150.000 dólares, con tarifas finales que pueden superar los 500.000. Virgin Galactic, su competidora más directa, ya ha ofrecido billetes en torno a los 600.000 dólares.
Antes de lanzarse al espacio, las seis tripulantes pasaron por un riguroso entrenamiento de dos días: ejercicios físicos, simulaciones de emergencia y técnicas para orientarse en ingravidez. Durante la misión, estuvieron respaldadas por un equipo de apoyo técnico y operativo que monitoreó cada segundo del vuelo.
Blue Origin, fundada por Bezos en el año 2000, no sólo busca democratizar —aunque sea a un altísimo precio— el acceso al espacio, sino también desarrollar infraestructuras para una presencia humana permanente fuera del planeta. El New Shepard, completamente reutilizable, es una pieza clave de esa ambición. Su éxito más reciente no sólo ha escrito una página más en la historia de la exploración espacial, sino que ha dejado claro que el futuro —también allá arriba— tiene voz de mujer.