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George Foreman el parrillero: la millonaria fortuna que deja el campeón de boxeo convertido en empresario


Informalia

El mundo del boxeo ha perdido este 21 de marzo de 2025 a una de sus grandes leyendas: George Foreman, fallecido a los 76 años dejando tras de sí un legado que va mucho más allá del cuadrilátero. Dos veces campeón mundial de los pesos pesados y medallista de oro olímpico, Foreman no solo fue un ícono del deporte, sino también un hombre de negocios con una visión excepcional.

A lo largo de su vida, logró amasar una fortuna estimada en 300 millones de dólares, convirtiéndose en uno de los boxeadores más ricos de la historia. Sin embargo, su riqueza no provino únicamente de sus peleas, sino de una astuta reinvención como empresario. Nacido el 10 de enero de 1949 en Marshall, Texas, Foreman alcanzó la fama internacional al ganar el oro olímpico en México 1968. Su estilo agresivo y su pegada demoledora lo llevaron a convertirse en campeón mundial en 1973 tras vencer a Joe Frazier en solo dos asaltos. Un año después, protagonizó una de las peleas más icónicas de la historia: "The Rumble in the Jungle" contra Muhammad Ali, donde cayó derrotado.

Tras una primera retirada en 1977, Foreman pasó por dificultades económicas debido a malas inversiones y un estilo de vida poco sostenible. Sin embargo, en 1994, a los 45 años, volvió al boxeo y sorprendió al mundo al recuperar el título mundial al vencer a Michael Moorer, convirtiéndose en el campeón de peso pesado más longevo de la historia.

El negocio que lo convirtió en millonario

En la década de 1990, Salton Inc. le ofreció a Foreman ser el rostro de un producto doméstico revolucionario: la parrilla eléctrica "George Foreman Lean Mean Fat-Reducing Grilling Machine". Lo que parecía una simple estrategia de marketing se convirtió en un fenómeno global. Foreman no solo aceptó la oferta, sino que negoció un acuerdo en el que recibiría regalías por cada unidad vendida. En su punto más alto, llegó a ganar 4,5 millones de dólares al mes con el producto. En 1999, Salton le pagó 138 millones de dólares por los derechos exclusivos de su nombre. Para 2009, la parrilla había vendido más de 100 millones de unidades en todo el mundo, generándole aproximadamente 200 millones de dólares en ganancias totales.

George Foreman, a la derecha, con Muhammad Ali, a la izquierda, en 1973


Diversificación y legado empresarial

Más allá de la parrilla que lo hizo multimillonario, Foreman supo diversificar sus inversiones y expandir su imperio financiero. Incursionó en el sector inmobiliario, la televisión, la literatura y la promoción de productos. También fue un activo defensor de la educación y programas juveniles. Además, invirtió en centros de entrenamiento, productos de nutrición y programas de boxeo comunitario, consolidándose como un emprendedor comprometido con el bienestar de las nuevas generaciones.

Tras su primer retiro del boxeo, Foreman se convirtió en ministro religioso en Houston, algo que definió su vida tanto personal como profesionalmente. Su fe lo ayudó a reconstruirse y tomar decisiones con una visión a largo plazo. En el plano personal, fue padre de 12 hijos (cinco varones y siete mujeres), y curiosamente nombró a todos sus hijos varones George Edward Foreman, asegurando así la continuidad de su legado. Su residencia principal estaba en Houston, Texas, aunque su propiedad más emblemática era "The Foreman Ranch" en su natal Marshall, donde pasaba tiempo con su familia lejos del ojo público. Tras su muerte, su familia ha emitido un comunicado destacando su papel no solo como deportista y empresario, sino también como "padre amoroso, esposo dedicado y predicador devoto".

George Foreman dejó una huella imborrable en el deporte, pero su legado más grande quizá sea su capacidad para reinventarse, superar la adversidad y demostrar que un atleta puede trascender más allá del ring con inteligencia y visión de negocio.