Sophia Kianni y Phoebe, hija de Bill Gates, encabezan la élite millennial que quiere cambiar la moda sin renunciar al lujo
- Se conocieron en Stanford, donde compartieron habitación
Informalia
En el universo de los jóvenes prodigio, donde las conexiones valen más que los títulos y la notoriedad se mide en menciones en la lista Forbes 30 under 30, Sophia Kianni brilla con luz propia. Con solo 18 años, se convirtió en asesora del secretario general de Naciones Unidas, lo que en el ecosistema del activismo climático la situó como la sucesora natural de Greta Thunberg. Sin embargo, a diferencia de la sueca, Sophia no parece dispuesta a renunciar a los privilegios de una vida acomodada en su cruzada por salvar el planeta. En 2022 se volvió viral cuando dejó claro que el compromiso medioambiental no estaba reñido con lucir impecable en cada aparición pública.
Ahora, con 23 años, Kianni está lista para dar el salto a otra liga: la del emprendimiento tecnológico con aspiraciones de transformar la moda y, de paso, consolidarse como un nuevo tipo de referente generacional. Y lo hará de la mano de Phoebe Gates, una de las herederas más influyentes del planeta.
Phoebe Gates: la heredera de la élite tecnológica que juega a la disrupción
Hija menor de Bill y Melinda Gates, Phoebe no se ha conformado con la etiqueta de niña de papá. Graduada en biología en Stanford en tiempo récord—tres años en lugar de cuatro—, ha sabido moverse con soltura entre la filantropía, la moda y la tecnología, aprovechando al máximo la red de contactos que su apellido le proporciona. Su breve paso por Vogue durante unas prácticas demuestra que entiende cómo funciona la industria que ahora pretende revolucionar junto a su amiga Sophia.
Se conocieron precisamente en Stanford, donde compartieron habitación. Un encuentro que, visto en retrospectiva, parecía diseñado por un algoritmo de éxito: la activista climática con aspiraciones de empresaria y la hija del tercer hombre más rico del mundo, ambas unidas por una pasión común por la moda sostenible.
Phia: el invento que quiere cambiar la forma de comprar (y revender) moda
El resultado de esta alianza estratégica es Phia, un proyecto que, en su versión más sencilla, es una extensión de Google Chrome diseñada para ayudar a los compradores a encontrar las mejores ofertas en moda de segunda mano. La herramienta analiza la posible revalorización de las prendas antes de la compra y facilita el acceso a plataformas de reventa como eBay, capitalizando la fiebre vintage que ha convertido a los armarios de las abuelas en minas de oro.
La iniciativa, cuyo nombre fusiona las últimas letras de los nombres de sus fundadoras, pretende convertir a sus usuarios en compradores más inteligentes sin que eso signifique renunciar al lujo o a las tendencias. "Es básicamente Google para compras de segunda mano", ha dicho una de las primeras personas en probarlo.
El respaldo de la aristocracia de la moda
Aunque Sophia y Phoebe insisten en que están aprendiendo sobre la marcha, han contado con la mejor mentora posible: Stella McCartney, referente del lujo sostenible y heredera del legendario Beatle Paul McCartney. La diseñadora británica, que acaba de recomprar la mitad de su firma a Bernard Arnault se ha mostrado encantada con la idea de apoyar a "la nueva generación de innovadoras de moda" y ha impulsado su visibilidad con un gesto simbólico pero efectivo: regalarles dos bolsos de edición limitada inspirados en Chris Evert, la tenista que accidentalmente acuñó el término tennis bracelet cuando perdió su pulsera de diamantes durante el US Open de 1978.
El vínculo con Stella McCartney no es casual. Phoebe Gates mantiene una relación sentimental con Arthur Donald, nieto de Paul McCartney y sobrino de la diseñadora, lo que confirma que en estos círculos la influencia se hereda tanto como la fortuna.
Entre princesas y magnates: un marketing impecable
Phia se presentó oficialmente en noviembre de 2023, pero la estrategia de comunicación comenzó mucho antes. Durante meses, las redes sociales del proyecto se llenaron de referencias a iconos de la moda, historia del diseño y outfits cuidadosamente seleccionados para atraer a la generación Z. Entre las figuras más destacadas está Diana de Gales, cuyo estilo sigue siendo una fuente inagotable de inspiración. "Esenciales vintage" de la princesa están disponibles en la extensión de Phia, un guiño astuto que combina nostalgia y exclusividad.
A pesar del tiempo que les tomó transformar la idea en un producto real, la expectación generada ha sido enorme. En pocos meses, el perfil de Instagram de Phia superó los 47.000 seguidores, demostrando que la mezcla de activismo, lujo y tecnología tiene un nicho dispuesto a consumirla.
El desafío de emprender (cuando no se necesita el dinero)
"Empezar un negocio no es para los débiles", escribió Phoebe en LinkedIn recientemente. "No para de ponerte en tu lugar y es un proceso continuo de aprendizaje. Aprender a gestionar a la gente, a mí misma y, lo más importante, mis propias expectativas."
El tono de sus declaraciones encaja con la narrativa del self-made entrepreneur, aunque en su caso, la realidad es más benévola: cuando se cuenta con el respaldo de una de las fortunas más grandes del planeta y el acceso directo a los círculos más selectos de la moda, la curva de aprendizaje es mucho menos pronunciada.
No obstante, tanto Phoebe como Sophia han sabido aprovechar sus ventajas con inteligencia. No se han limitado a capitalizar sus apellidos, sino que han sabido vender su proyecto como una solución real a un problema de la industria, alineándose con valores que resuenan en su generación.
Un futuro entre alfombras rojas y rondas de inversión
Con Phia ya en marcha, el siguiente paso será convertirlo en un negocio sostenible. Si bien la herramienta es gratuita, el modelo de ingresos podría venir de asociaciones con marcas, plataformas de reventa y estrategias de afiliación.
En el corto plazo, el éxito de la empresa no dependerá tanto de su rentabilidad como de su capacidad de generar influencia. Y en ese sentido, Sophia y Phoebe han demostrado ser maestras.
Sophia Kianni ya no es solo "la nueva Greta Thunberg". Phoebe Gates no es solo "la hija del magnate tecnológico". Ambas han decidido que su destino es mucho más ambicioso: no solo salvar el planeta, sino hacerlo con estilo y, si es posible, desde la primera fila de un desfile de alta costura.