Anabel y David preparan una macrodemanda contra medios y periodistas por las informaciones sobre el ingreso de su hija

Juntos y felices. Así se encuentran Anabel y David este jueves, reunidos de nuevo en Canarias tras el primer viaje del fisio a Córdoba para retomar su trabajo en la clínica donde ejerce como autónomo. Las aguas vuelven poco a poco a su cauce y comienzan a disfrutar de esta nueva vida familiar junto a su bebé. Además, la sobrina de Isabel Pantoja y su novio están esperanzados con el resultado de la investigación y esperan el archivo de la causa, por lo que han decidido emprender su propia guerra, una que habían aparcado para no agotar las energías y centrarlas en lo verdaderamente importante: su guerra contra los bulos.

Según Leticia Requejo, Anabel y David han mantenido estos días una reunión telemática con dos abogados de Madrid, expertos en el derecho al honor y la imagen, para preparar una macrodemanda contra los medios y periodistas (u otros expertos) que hayan traspasado la línea de lo que consideran tolerable. Ambos entienden el interés público por lo sucedido y saben de su condición de personajes mediáticos, pero consideran que se han violado los límites con difamaciones, afirmaciones y filtraciones que no dejarán pasar por alto: "Están muy enfadados con un programa de televisión en concreto y no somos nosotros", ha dicho la tertuliana de Tardear. Y de entre todo lo que se ha dicho, algo especialmente doloroso e injusto: "No van a dejar que quede una mancha sobre David y su labor como padre".

Hay que recordar que fue el propio Tribunal Superior de Justicia Canario el que emitió un comunicado informando sobre una investigación por un "presunto maltrato infantil", término médico-jurídico con el que se denomina este tipo de situaciones y que no implica intencionalidad por parte de los cuidadores. La jueza encargada de la investigación solicitó la declaración de los progenitores además de las de los médicos que habían atendido a Alma, todos sus informes hospitalarios y las imágenes de las cámaras de seguridad del centro comercial en el que se encontraba la familia cuando la pequeña sufrió una crisis que la llevó al hospital el pasado 9 de enero. Estas mismas han confirmado la declaración del padre en sede judicial y lo han exonerado de toda responsabilidad: "No hay zarandeo ni nerviosismo".

Por otro lado, Requejo también ha desvelado que Anabel ha empezado a recibir propuestas para hablar sobre todo lo sucedido por parte de varios medios. Hay muchas y muy jugosas, aunque parece que la balanza se inclina hacia una de sus revistas de cabecera. Eso sí, no será inmediato, de manera que tendrá tiempo de estudiar bien sus opciones para tratar de recuperar lo que, según expertos en redes sociales, podría haber perdido en todas estas semanas al dejar de publicar en redes sociales con las marcas para las que trabaja: unos 50.000 euros.