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Belén Esteban rompe a llorar al hablar de la pequeña Alma y confiesa que la pesadilla de Anabel no ha terminado


Informalia

Feliz y muy emocionada. Así se ha mostrado la princesa del pueblo este martes al hablar de la buenísima noticia de la semana: Anabel Pantoja ya está en casa con su hija. Belén Esteban, íntima amiga de la sobrinísima, ha sido uno de los mayores apoyos para la familia y ha desvelado que están muy contentos por el desenlace: "He hablado con ella y he visto a mi niña. Estamos muy felices y agradezco mucho las palabras que han tenido", ha dicho.

La de Paracuellos ha contado también que Anabel estará centrada en su hija durante los próximos meses y que todavía no piensa volver al trabajo porque la pequeña Alma todavía requiere de toda la atención y cuidados médicos: "La niña tiene que tener un seguimiento, pero no voy a decir nada". Su compañero Kiko Hernández, que pasó tres meses en la UCI Pediátrica con una de sus hijas, ha añadido: "Cuando pasas un proceso así largo de hospital con un niño, tiene que haber un montón de revisiones. Esto no se acaba aquí, esto no es ole ya estamos en casa y ya está. Tienes que hacer un montón de revisiones. Tienes que llevarla cada cierto tiempo para ver cómo va, tienes que ver cómo empiezan a gatear, cómo empiezan a hablar... Todo ese proceso y ese seguimiento lo va a tener que vivir Anabel, porque ha ocurrido siendo muy pequeñita la niña. Pero vamos, como todos los niños que pasan durante mucho tiempo en un hospital cuando son muy pequeñitos".

Belén ha roto a llorar al recordar los 18 días de ingreso hospitalario de la bebé, en la que tanto familia como amigos han estado volcados en Anabel y David, especialmente sus padres: "Los abuelos, principalmente, y los amigos, su familia, porque nos consideramos como tal, estamos muy felices porque no han sido días fáciles. Quiero recalcar que los abuelos han sido muy importantes. Merchi ha estado, llevaba comida y ropa limpia. Se tiraba todo el santo día. Por eso digo muchas veces que benditos abuelos porque los padres sufrimos, pero sobre todo los abuelos sufren mucho por su nieta y por su hija". Y añadía: "No quiero nombrar solo a Merchi, a la otra abuela, por supuesto, quiero decir desde aquí que yo me acuerdo de muchas cosas y gracias a los abuelos y las abuelas que nos quitan muchas cosas para que los padres no suframos y se llevan doble sufrimiento". Entre lágrimas, ha recordado a su propia madre, Carmen: "Yo cuando di a luz solo quería que mi madre estuviera conmigo, son los que me han demostrado toda la vida que han estado al lado de mi hija".

Además, la tertuliana ha confesado que todos, incluida ella, están sorprendidos y muy agradecidos por las olas de cariño hacia los padres y la pequeña Alma: "Ha sido algo... ha rezado tanta gente por esta niña que la niña es de David y de Anabel, pero creo que Alma es un poquito de toda esa gente que ha estado ayudando de una manera inconsciente o consciente. La gente ha estado poniendo velas por ella, hemos hecho promesas por ella... Yo no sabía que la gente quería tanto a Anabel".