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Ivanka Trump o cómo usar la imagen pública y la moda para triunfar y hasta competir con su madrastra

Ivanka y su marido

Informalia

Ivanka Trump desciendía la pasada madrugada las escaleras del Liberty Ball con una elegancia que parece heredada de otra época, pero reinterpretada con la sofisticación moderna que ella domina a la perfección. Claramente, compite con la primera dama, su madrastra, que iba espectacular. Ivanka llevaba un vestido blanco largo, adornado con patrones florales negros que se distribuían estratégicamente, como un jardín en tinta sobre lienzo inmaculado. El escote discreto, las líneas fluidas, y los detalles en negro definían un estilo que es al mismo tiempo clásico y audaz. Para completar el conjunto, unos guantes largos negros y un collar aparentemente incrustado de diamantes añadían un toque teatral que encarnaba el glamour de la velada.

A su lado, Jared Kushner, su esposo, lucía un esmoquin negro. Ambos proyectaban una imagen como salida de un retrato renacentista, donde cada elemento estaba calculado para subrayar su lugar en el centro del escenario político y social. Horas antes, durante la ceremonia del juramento de su padre, Ivanka brillaba con un conjunto de falda y chaqueta en un verde bosque profundo, diseñado por Dior. El traje, rematado con un sombrero del mismo tono, parecía un guiño sutil a la tradición y al poder femenino. Los guantes de cuero negro y un bolso Lady Dior añadieron un aire de sofisticación clásica que la convirtió en una de las figuras más admiradas del evento.

La jornada inaugural, con sus múltiples actos y simbolismo histórico, ofreció a Ivanka la oportunidad de desplegar un estilismo que combinaba tradición, modernidad y lujo. En la cena a la luz de las velas del domingo, optó por un vestido plateado de Oscar de la Renta, con hombros descubiertos y bordados de cristales y perlas. Era un diseño que capturaba a la perfección el espíritu de la ocasión.

El lunes, en el cementerio de Arlington, Ivanka demostró que sabe adaptar su estilo a cada momento solemne. Llevaba un abrigo camel adornado con aplicaciones de orquídeas, una elección que combinaba la calidez del color con la delicadeza de los detalles florales. La acompañaron sus hijos, Arabella, Joseph y Theodore, con atuendos cuidadosamente seleccionados que reflejaban la misma atención al detalle que caracteriza a su madre.

¿Icono de la moda en la política?

El papel de Ivanka en los eventos inaugurales va más allá de la elección de sus atuendos. En cada aparición, encarna un mensaje visual de poder suave y elegancia estratégica. Su capacidad para equilibrar lo moderno y lo clásico, lo audaz y lo discreto, la convierte en un ícono tanto dentro como fuera de la esfera política. Su vestido blanco y negro del Liberty Ball, con sus patrones florales, no solo es una elección estética, sino también simbólica. En un momento de polarización, la simplicidad de los colores y la complejidad de los detalles florales parecen sugerir una búsqueda de armonía y belleza en medio de las tensiones. Los guantes negros largos, reminiscentes de la alta sociedad de antaño, añaden un toque de teatralidad que subraya la ocasión especial.

Para Ivanka Trump, cada aparición pública es una oportunidad de transmitir algo más que moda. Es un escaparate de cómo la imagen pública es una herramienta de comunicación poderosa, capaz de hablar directamente al público. En el Liberty Ball, como en el resto de los eventos inaugurales, Ivanka no solo acompaña a su padre, sino que se posiciona como una figura central para completar el retrato de la familia Trump.

Mientras la música del Liberty Ball resuena en el salón y las cámaras capturan cada detalle de la noche, Ivanka Trump se mueve con la seguridad de quien entiende que su presencia es más que ornamental. En su vestido blanco con patrones negros, se erige como una figura que combina tradición y modernidad, poder y sutileza. No solo es la hija del presidente; es una embajadora de un estilo que, con cada aparición, deja una marca imborrable en la memoria colectiva. Su rol en esta noche inaugural no es menor: es la heredera de un legado estético que se entrelaza con la política y el poder, y lo lleva con la gracia de quien sabe que está destinada a ocupar un lugar destacado en la historia.

Una hija orgullosa

La segunda hija del mandatario ha compartido un post en su perfil de Instagram para felicitar a su progenitor por su nueva victoria en las elecciones. "¡Felicidades a mi padre por su inauguración como 47º presidente de los Estados Unidos. Estoy orgullosa de su determinación, resistencia y compromiso con nuestro país. Este momento es histórico y humilde. Mi oración es para que fortaleza, sabiduría y compasión guíen cada decisión de él. Que lidere con comprensión y un corazón abierto, esforzándose por llevar la unidad donde haya división y paz donde haya conflicto. Apoyémonos unos a otros como estadounidenses, y que Dios bendiga y guíe a mi padre y a todos nosotros", reza su texto.