La magia de la Navidad: Cayetano y Eugenia Martínez de Irujo posan como si no hubieran estado enfadados durante años
- Los hijos de la duquesa de Alba pasaron juntos la última noche del año
- Eugenia Martínez de Irujo, contra Cayetano en el aniversario de la muerte de su madre: "No me hace falta ir a misa para recordarte"
Informalia
Habemus reconciliación. Los hermanos Cayetano y Eugenia Martínez de Irujo han hecho las paces, al fin, tras varios años de distanciamiento y desavenencias. El hijo de la duquesa de Alba lo ha demostrado en su perfil de Instagram, donde ha publicado unas fotografías familiares en las que ambos aparecen recibiendo el año con una amplia sonrisa.
La única hija de Cayetana Fitz-James Stuart organizó una fiesta para despedir el año y dar la bienvenida al 2025 con los brazos abiertos, literalmente. Así se comprueba en una de las imágenes donde Eugenia aparece sentada, durante la celebración, con su hermano, que mira a cámara visiblemente feliz.
Entre los invitados, que fueron un total de 21, también estaba el marido de Eugenia, Narcís Rebollo, así como Tana Rivera, su hija junto a Fran Rivera, y su novio Manuel Vega. También acudieron su hermano mayor, Cayetano Martínez de Irujo, y su novia, Bárbara Mirján.
Se desconoce si ya limaron asperezas antes de la fiesta o fue directamente en el evento donde acercaron posturas después de años sin verse, pero la reconciliación de ambos hermanos parece más que evidente. Hay quienes aseguran que entre ellos ya no existen roces. Lo aseguraba Carmen Lomana este mismo jueves en Espejo Público. "Los conozco a los dos", recalcaba, tajante, en el espacio de Antena 3.
Cabe decir, no obstante, que tanto Eugenia como su hija Tana rechazaron participar en la misa funeral que Cayetano celebró en honor a su madre a finales de este año.
"Fui al funeral de mi madre, como es lógico, el año que murió, pero yo llevo a mi madre en el corazón, la tengo presente diariamente, para mí, mi madre está conmigo siempre, entonces a mí no me hace falta ir a misa para recordarla", comentó la aristócrata. "Vas a una, por supuesto, el día que se fue, desgraciadamente, punto y fin (...) Respeto a la gente que vaya a misa todos los años, pero también que me respeten a mí, que a mí no me hace falta misas para recordar a mi madre".