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Kamala Harris y Donald Trump una vez fueron niños: cosas que no te han contado de los dos candidatos a la Casa Blanca


Informalia

A lo largo de una campaña electoral en Estados Unidos, el rostro de los candidatos inunda los medios: discursos desde podios, saludos a multitudes en mítines y descensos desde las escalinatas de un avión. Pero detrás de esas imágenes públicas, Kamala Harris y Donald Trump tienen historias personales, raíces y recorridos que los llevaron a este momento decisivo. Dos caminos muy distintos que hoy convergen en la lucha por la presidencia.

Kamala Harris y Donald Trump, con décadas de diferencia, nacieron en contextos que forjaron sus personalidades y aspiraciones. Harris, de raíces indias y afroamericanas, creció en Oakland, California, bajo la guía de su madre, Shyamala Gopalan Harris, investigadora en cáncer y activista social. Trump, criado en el barrio neoyorquino de Queens, es hijo de inmigrantes alemanes y escoceses, y fue enviado por su familia a la Academia Militar de Nueva York a los 13 años, una decisión de sus padres que buscaba enseñarle disciplina.

La adolescencia de Harris transcurrió en Montreal, Canadá, donde su madre aceptó un puesto de enseñanza en la Universidad McGill. Más tarde, Kamala ingresó en Howard University, una universidad históricamente afroamericana en Washington D.C., donde comenzó a perfilar su vocación política. Trump, por su parte, afirma que sus años en la academia militar modelaron sus habilidades de liderazgo, aunque se libró de combatir en la guerra de Vietnam gracias a una serie de aplazamientos.

Desde joven, Harris aprendió de su madre la importancia de la lucha por los derechos civiles, asistiendo incluso a la Marcha de la Libertad de Martin Luther King Jr. en Washington en 2004. Trump, en cambio, tomó las riendas de la empresa familiar tras graduarse en la Universidad de Pensilvania y empezó a construir su marca y su influencia en el mundo inmobiliario, convirtiéndose en una figura de negocios y de televisión antes de irrumpir en la política.

Harris escaló en la política californiana hasta convertirse en fiscal general del Estado, lo que la impulsó a ser senadora en 2016. En paralelo, Trump asumía la presidencia tras una sorprendente victoria sobre Hillary Clinton. Tres años después, Harris lanzó una breve candidatura presidencial que no despegó, pero fue elegida como compañera de fórmula de Joe Biden, conformando un equipo que en 2020 derrotó a Trump y a su entonces vicepresidente, Mike Pence.

El inicio de la administración Biden-Harris estuvo marcado por la pandemia, las restricciones y el profundo malestar social tras el asesinato de George Floyd en Minneapolis. Harris tuvo que encontrar su lugar como vicepresidenta, y lo logró en 2022 cuando la Corte Suprema anuló el derecho constitucional al aborto. Biden apoyó su papel como defensora de los derechos reproductivos, mientras que fue la administración de Trump quien, con sus nombramientos en la Corte, inclinó el tribunal hacia una posición más conservadora que facilitó ese fallo.

La vicepresidenta también ha lidiado con una serie de desafíos internacionales, como el conflicto en Ucrania, la guerra en Gaza y la retirada caótica de Afganistán. Su primer viaje internacional fue a Guatemala en 2021, como parte de los esfuerzos para frenar la migración desde América Latina hacia la frontera sur. En contraste, el primer viaje de Trump como presidente fue a Arabia Saudí en 2017, y desde entonces defendió una política de aislacionismo y priorización de la industria estadounidense.

Familia

En el ámbito personal, Harris está casada con Doug Emhoff, un abogado que se ha convertido en su más cercano defensor en la campaña. Harris, a quien los hijastros llaman "Momala", mantiene una relación estrecha con los hijos de Emhoff, Cole y Ella. Trump, por otro lado, ha estado acompañado en su carrera política por varios miembros de su familia. En 2024, sin embargo, su esposa, la ex primera dama Melania Trump, ha limitado sus apariciones. Trump tiene cinco hijos de tres matrimonios: Donald Jr., Ivanka y Eric, de su primer matrimonio con Ivana Trump; Tiffany, de su segundo matrimonio con Marla Maples; y Barron, su hijo menor con Melania.

Una campaña de decisiones históricas

Harris se unió a la carrera presidencial de 2024 en una jugada histórica, ocupando el lugar de Biden, quien decidió retirarse. Su candidatura la convierte en la primera mujer negra y asiática-americana en liderar un partido mayoritario. En la Convención Nacional Demócrata en Chicago, su discurso fue recibido como un hito de inclusión y cambio.

Trump, en el mismo proceso electoral, alcanzó la rara distinción de obtener una tercera nominación presidencial del Partido Republicano. En Milwaukee, se dirigió a su convención tras un intento de atentado contra su vida, un hecho que elevó aún más la intensidad de su campaña y lo reafirmó como una figura de gran polarización.

La candidata Kamala Harris votó de manera anticipada y calificó esta elección como "un punto de inflexión para la nación", en una entrevista con una emisora de Atlanta. Por su parte, Trump, quien votó cerca de su residencia en Mar-a-Lago, Florida, afirmó que este será su último intento de llegar a la Casa Blanca y se comprometió a aceptar los resultados en caso de una contienda justa.

Mientras Estados Unidos decide entre estos dos candidatos, el mundo observa el desenlace. Harris y Trump representan dos caminos opuestos para una nación en constante cambio, y quien gane marcará profundamente la dirección que tomará Estados Unidos en los años venideros.