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Veinte años de la muerte de Janet Leigh: mucho más que la actriz apuñalada en la ducha de 'Psicosis'
Informalia
Este jueves 3 de octubre se cumplen 20 años del fallecimiento de la legendaria actriz Janet Leigh, una de las figuras más icónicas del Hollywood clásico. Aunque participó en más de 50 películas, su nombre ha quedado indeleblemente asociado a un único papel: Marion Crane, la desafortunada mujer que protagoniza una de las escenas más famosas del cine, el asesinato en la ducha de Psicosis (1960), dirigida por Alfred Hitchcock. A pesar de su breve aparición en el filme, la secuencia la inmortalizó en la historia del cine y en la memoria del público.
En diversas entrevistas, Leigh confesó que, aunque su carrera estuvo marcada por muchas otras películas, las preguntas sobre Psicosis y Hitchcock dominaron durante toda su vida. "He hecho muchas películas, pero siempre se me recuerda por Psicosis", señaló en varias ocasiones.
El descubrimiento de una estrella
El inicio de la carrera de Janet Leigh es digno de una leyenda de Hollywood. Con solo 18 años, fue descubierta de manera fortuita cuando la actriz Norma Shearer, una estrella de la época, vio una foto de Janet en un hotel de montaña, donde su padre trabajaba como recepcionista. Impresionada por la belleza de Leigh, Shearer llevó la foto a Hollywood, y unas semanas más tarde, Janet firmaba su primer contrato con Metro-Goldwyn-Mayer.
Su debut cinematográfico fue en un western junto a Van Johnson, y aunque no tenía formación actoral previa, pronto demostró su versatilidad. Leigh fue capaz de desempeñar roles en diversos géneros, desde dramas y comedias hasta musicales, aunque lamentó que en su primer musical no le tocara ni cantar ni bailar, compartiendo pantalla con figuras como Gene Kelly y Judy Garland.
Los éxitos de su carrera
Uno de los primeros grandes éxitos de Janet Leigh fue su participación en Mujercitas (1949), donde interpretó a una de las hermanas March. Posteriormente, brilló en películas como Colorado Jim (1953) y la película de aventuras Scaramouche (1952). En los años 50, Leigh consolidó su carrera como una de las principales actrices de Hollywood.
Durante esta década también conoció al actor Tony Curtis, con quien se casó en 1951. Juntos protagonizaron varias películas, entre las que destacó El gran Houdini (1953). La pareja se convirtió en una de las más famosas de la época, apareciendo constantemente en las revistas y noticieros. Tuvieron dos hijas, Kelly y Jamie Lee Curtis, quien más tarde seguiría los pasos de su madre como actriz.
El impacto de Psicosis
A pesar de su éxito anterior, el papel de Janet Leigh en Psicosis fue el que definió su carrera. La famosa escena de la ducha, que requirió siete días de rodaje y 70 posiciones de cámara, duró apenas 45 segundos en pantalla, pero su impacto fue monumental. Aunque la película no mostraba explícitamente violencia o desnudez, el montaje y la maestría de Hitchcock crearon una atmósfera de terror que sigue siendo estudiada y admirada por cineastas hasta hoy. Gracias a su interpretación, Leigh fue nominada al Óscar por única vez en su carrera.
Decadencia y vida personal
En los años 60, Janet continuó trabajando en películas como El mensajero del miedo (1962), aunque su carrera comenzó a declinar a finales de esa década. En lo personal, su matrimonio con Tony Curtis terminó en 1962, marcado por infidelidades y problemas con las drogas por parte de Curtis.
A partir de los años 70, Janet Leigh se dedicó mayormente a la televisión y a cuidar de sus hijas. Jamie Lee Curtis, su segunda hija, logró forjar una exitosa carrera en el cine de terror, particularmente con su papel en Halloween (1978). En 1980, madre e hija coincidieron en la película La niebla de John Carpenter, y más tarde, en 1998, volvieron a compartir pantalla en Halloween H20, donde Janet hizo un pequeño cameo.
Los últimos años
En sus últimos años, Janet Leigh se mantuvo activa, dedicándose a obras benéficas y escribiendo varios libros, entre ellos dos memorias y dos novelas de ficción. Su muerte el 3 de octubre de 2004 a los 77 años fue inesperada, ya que había mantenido su enfermedad en privado. Falleció a causa de una inflamación de los vasos sanguíneos.
Aunque muchos la recuerdan principalmente por su icónico papel en Psicosis, la carrera de Janet Leigh fue una muestra de su gran talento y versatilidad como actriz, dejando un legado imborrable en la historia del cine.
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