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Se confirma la pena de más de tres años y tres meses de cárcel contra Josep Santacana, ex de Arantxa Sánchez Vicario


Informalia

En enero de este año Josep Santcana fue condenado por un delito de alzamiento de bienes al ocultar su patrimonio para evitar pagar al Banco de Luxemburgo una deuda de 7,5 millones de euros. Arantxa Sánchez Vicario, por su parte, eludió la cárcel al llegar a un acuerdo con la Fiscalía. Semanas después, en febrero, concimos que el empresario solicitó anular su condena a tres años y tres meses de cárcel. Ahora conocemos que su recurso ha sido desestimado, por lo que se confirma la condena.

La Audiencia Provincial de Barcelona le ha notificado la decisión este viernes, 13 de septiembre, tal y como adelanta Vanitatis. El fallo profundiza en la culpabilidad del empresario y se mantiene firme al reconocer que la autoinculpación de la campeona de cuatro Roland Garros ha sido determinante en su condena. A Santacana, no obstante, le queda otra bala: apelar a la sala segunda del Tribunal Supremo.

En el recurso que ha sido desestimado, el catalán alegó que vio vulnerado su derecho a la defensa y a un procedimiento con las debidas garantías a causa del acuerdo entre la Fiscalía y la extenista, que atribuyó a Santacana toda la responsabilidad y lo señaló como responsable de gestionar su patrimonio. La defensa de Santacana consideró que "los hechos declarados probados por la sentencia recurrida son manifiestamente contradictorios con la argumentación realizada para declararlos probados". El empresario, que todavía no ha visto resuleto su divorcio con Arantxa desde que el proceso comenzara en 1018, vio también vulnerado su derecho a la presunción de inocencia.

A su vez, Santacana afirmó que las pruebas contra él son insuficientes y argumentó que se le debería haber computado un atenuante por dilaciones indebidas dado que "la duración global del procedimiento penal ha sido de prácticamente ocho años".

Sin embargo, la Audiencia Provincial de Barcelona ha desestimado ahora todos sus argumentos de apelación en un fallo de 23 páginas. La justicia le considera como el cerebro de una operación con la que se pretendía no pagar la deuda al Banco de Luxemburgo. El texto de la condena ya señaló que él "fue la persona que gestionó el patrimonio de su mujer" y quien "ideó y llevó a cabo las operaciones de despatrimonialización que comportaron la imposibilidad de Arantxa de pagar la deuda contraída con la querellante".