Beatriz Cortázar habla de lo que hay entre Nacho Cano y su amiga actriz: "Al menos una alegría"
- La periodista hace el repaso de la crónica social de la semana
- Beatriz Cortázar pasa revista: "Los brackets de la nuera de Carmen Borrego siguen ahí pero no el amor de Morata y Alice"
Beatriz Cortázar
Después de las tormentas siempre llega la calma o al menos es lo que debería. Para Nacho Cano navegar sin oleaje sería casi imposible. Su vida son retos, proyectos que parecen imposibles y viajes que pocos emprenderían. Pero él es así para lo bueno y para lo malo: creativo a más no poder y un hombre sincero que no recurre a filtros para enfrentarse a los vaivenes o las leches que le da la vida.
La última y más sonada fue la polémica que se ha montado con la denuncia de una ex bailarina que le acusó de traer trabajadores de manera Ilegal a España. No hay mucho que añadir, porque el tema está más que contado salvo la sorpresa que ha llegado esta semana con el WhatsApp que el propio Nacho le ha entregado al juez que lleva el caso y en donde la bailarina que le denunció le pide cerca de 6.000 € para dejarle tranquilo. Veremos si los mismos que llevan semanas dándole por todas partes son los mismos que ahora recogen este mensaje que si no huele a chantaje será que ya he perdido mi olfato fino.
Ese podría ser un fin de fiesta bueno para una semana que le ha tenido entre Mexico y Madrid, pero el remate fue con la fiesta que protagonizó para la nueva temporada de su musical en la capital, Malinche, donde reunió a casi todos sus mejores amigos, en lo que sin duda era un apoyo incondicional al miembro del grupo Mecano. No estuvieron todos los que son, pero si todos los que pudieron acompañarle y arroparle para brindar por su nuevo éxito. Muchos de ellos son los mismos que, desde hace días, están rechazando entrevistas y documentales para hablar de Nacho sin más excusa que toda la polémica que ha rodeado esta denuncia que veremos como termina.
Pero no solo de escándalos ni de trabajo va a vivir Nacho. Es en la revista Semana donde se le ve junto a la actriz Grecia Castta (sobrina del relaciones públicas Richi Castellanos) y ya se habla de nueva ilusión o nueva amiga entrañable. Hasta donde yo sé lo que aquí hay es una amistad más estrecha de lo normal pero sin hablar de noviazgos o relaciones largas. Dejemos que el tiempo haga su labor y que Nacho siga en su lucha que no es poca.
Aunque no vaya en portada de ninguna revista leo en Diez Minutos la que para mí es una de las noticias de la semana: la hija de Cayetano Rivera y Blanca Romero, Lucía Rivera, de nuevo enamorada. Ya se puede hablar ya de un noviazgo dado que viaja con su novio, con el perro, con las maletas, y con su madre que les recoge en el final del trayecto. Se trata de Fernando Wagner, un broker mallorquín que trabaja en una empresa de seguros y que no tiene mucha intención de abandonar la isla donde nació, donde se formó, donde trabaja y donde parece que se enamoró de Lucía. Viendo esas imágenes tan almibaradas no puedo olvidar el libro que escribió la modelo y donde sin dar nombres, pero con suficientes pistas como para atar cabos, reflejaba la relación tan tóxica que vivió con un amor que le dejó totalmente marcada. Una mujer que se desnuda de esa manera y que muestra sus sentimientos y sus debilidades no solo se merece volver a confiar en alguien, sino que se merece ser feliz de verdad. Me alegro por Lucia y espero que su próxima novela tenga un final feliz de los que acaban en puerta de iglesia con velo blanco.
Precisamente felicidad no es la que se vive en el mundo de la saga Campos, que ya se sabe no hay semana que no aparezca uno de sus miembros en alguna de las portadas. Esta vez le toca al hijo de Carmen Borrego, José María Almoguera, que deja a su madre donde pocas quisieran estar. "No confío en mi madre", dice sin que se le mueva el tupe en la exclusiva que da para Lecturas, la misma revista que hasta hace no mucho tenía en nómina a su tía Terelu Campos.
José María es el último que se suma al circuito de contar miserias previo pago de su importe, pero a fin de cuentas todos somos fruto de lo que hemos mamado y él ha visto las cámaras y las exclusivas en su casa, desde hace demasiado tiempo como para poder subsistir al margen de ese negocio. Evidentemente José María habla de su madre y la deja a los pies de los caballos. Si era la propia Carmen Borrego quien no hace mucho decía en público que pensaba que la reconciliación con su hijo cada día estaba más cerca ya se ha encargado el susodicho de dejar las cosas claras y poner una barrera en medio de ese acercamiento.
Realmente intento pensar cuál es el motivo para que madre e hijo tengan esta fractura tan desagradable y salvo que me haya perdido muchos capítulos aquí el único problema fue que Borrego filtró el embarazo de su nuera y desde entonces se la tienen jurada. Pero vamos que la faena les está saliendo a pedir de boca, aunque todo se quede en el plano material. Y una cosa que ya me flipa del todo es el aviso de José María a su madre: si pretende recurrir a la justicia para ver a su nieto al que no va a volver a ver es a su hijo. Pues vaya papelón. Yo que Carmen movía a los hilos para recuperar a un nieto del que ya se ha perdido demasiados meses y al hijo pues que le vayan dando por saco. En adultos las cosas se mastican de otra manera, pero cuando hay un bebé por medio cada minuto del día cuenta y mucho.
Un tanto extraña es la portada que esta semana muestra la revista ¡Hola! con la entrevista de Alejandra de Rojas, la hija de los difuntos condes de Montarco. No es que Alejandra no se merezca ocupar ese espacio lo que pasa es que es un perfil demasiado fino como para que la gente cuando pase por los quioscos se arranque a devorar lo que cuenta.
Alejandra tuvo un momento muy duro, pero muy periodístico y fue cuando en un medio digital aseguraron que su madre y el rey Juan Carlos habían tenido una relación y fruto de aquello nació una niña. En aquel momento sí que se hubiera llevado una y diez portadas para negar la mayor y acabar con un infundio que molestó y mucho a su familia pero la verdad es que ahora se me hace un poco bola, y eso que me parece una chica estupenda y monísima, pero seguramente más para el figurín de ¡Hola! que para la portada de su semanario del corazón.