Marta Luisa Mosquera y Raquel de Noruega, con sus chicos: vendedoras de exclusivas con grandes estilismos
Beatriz Cortázar
Todas las revistas del corazón se hacen eco esta semana de la tragedia que ha vivido la familia Goyanes Lapique con la pérdida de Caritina. Solo tenía 46 años, pero su corazón no pudo aguantar más. La hija de Cari Lapique y el difunto Carlos Goyanes fallecía mientras estaba con su marido Antonio Matos en su casa de Marbella disfrutando del final de sus vacaciones. Caritina había asumido, o estaba en ello gracias a su Fe y su gente de Emaús, la pérdida de su padre, al que adoraba y con quien siempre tuvo una complicidad absoluta que heredó su hijo Pedro, convirtiéndose en el ojito derecho del abuelo. Como era de imaginar, las cuatro revistas del corazón por excelencia recogen en sus páginas imágenes tanto del duelo vivido en Marbella como del álbum familiar, ya que eran personajes habituales de la prensa que tantas veces abrieron las puertas de su casa para mostrar siempre imágenes de unión, felicidad y de amor.
Después de enterrar a Caritina junto a las cenizas de su padre en el cementerio de San Isidro, en una ceremonia más íntima que la multitudinaria misa de cuerpo de presente que se celebró en la capilla del tanatorio de Tres Cantos, toda la familia al completo, encabezada por Cari, y siempre junto a su hermana Miriam y los hijos de esta, los Cortina Lapique, decidieron que debían estar más unidos que nunca. Por eso, al día siguiente se fueron a la finca que Miriam, viuda de Alfonso Cortina, tiene en Toledo, donde han querido vivir este duelo de una manera muy cercana, muy íntima y muy arropados entre sí.
Evidentemente esto ya no aparece en la revistas ni tampoco lo veremos porque forma parte de la más absoluta intimidad y el respeto que se merecen. Pero el papel couché de esta semana nos deja también imágenes para el recuerdo que difícilmente creo pueda olvidar. No hago más que recrearme en esas fotos que se ha hecho Marta Luisa de Noruega con su prometido el chamán Durek Verret. Aquí sí que me quedo sin palabras para definir tal despliegue de estilismo, al más puro estilo Raquel Mosquera y sus diferentes maridos, que solo es el aperitivo de lo que vamos a ver en esta real boda que no es lo mismo que una boda real. De entrada, porque los novios han negociado una suculenta exclusiva con su unión y esto tiene de los nervios a toda la prensa en Noruega, donde no se recuerda una venta así entre los miembros de la familia real. Aunque en España estamos acostumbrados a este tipo de exclusivas de los allegados a la familia real, en Noruega aún creen en esos principios de honorabilidad, generosidad y responsabilidad ante la opinión pública, y mucho más ante los medios, y de ahí que estén todos indignados con la decisión de Marta Luisa y con la sorpresa, eso sí, de que ni sus padres ni su hermano van a posar para esa exclusiva. Veremos cómo se lo montan porque si al final los que importan no aparecen, pues ya sabemos que el precio del reportaje tampoco será el que quisieran.
Aparte de la versión 'royal' de Raquel Mosquera y sus maridos, hay otra boda en donde resulta de lo más curioso que los novios interesan menos que los invitados. Y eso sí es una faena. Tirarte meses preparando tu convite, tus vestidos, tu catering y tus arreglos florales para que luego los protagonistas sean los que vienen solamente a disfrutar, pues tiene su aquel. Y en Hola se han dejado también su dinerito apostando por la boda del cocinero y rostro popular desde su trabajo en MasterChef, Jordi Cruz con Rebeca Lima. Los dos son guapos, jóvenes, con buenos trabajos y con unas dentaduras impolutas. Por tener tienen de todo para ser el titular de la crónica pero claro, si en la lista de invitados tienes al jinete Álvaro Muñoz Escassi pues pasa lo que tiene que pasar: que todo el mundo está pendiente de saber cómo acaba o empieza la noche. La verdad es que el nuevo colaborador de TardeAR llegó hecho un pincel (demasiado botox en la frente y labios rellenos) y sin Hiba Abouk al lado ni nadie que se le parezca. Hay algunos un poquito mal informados (o un muchito) que le han querido relacionar con Macarena Rey, propietaria de la productora de muchos programas de televisión, como el de MasterChef entre otros. Casada con Javier Goyeneche, los que busquen algo más que una relación puramente amistosa y fruto del trabajo es que tienen muchas ganas de enredar. Escassi está dispuesto a convertirse en un personaje televisivo y los primeros pasos ya los dio este verano en el espacio De viernes. Ahora le toca demostrar su tirón en Telecinco y torear con todo lo que tiene encima en los juzgados. Por un lado, está la denuncia por amenazas que presentó contra su ex amante 'trans' llamada Valeri. A eso hay que sumar la demanda que esta última ha presentado por intromisiones a su intimidad y la que su abogada, Cynthia Ruiz, prepara por denuncia falsa. Como ya contamos en exclusiva, el próximo 23 de octubre tanto Valeri como Escassi tienen que declarar ante el juez para ver si prospera la demanda que presentó el sevillano, pero lo mejor de todo es que ahora no quiere hablar ni opinar sobre su ex amante, y es que sabe que su fama de galán de la vieja guardia ha quedado en entredicho.
Escassi en Telecinco y María José Suárez en Antena 3 con Sonsoles Ónega. Aquí la única que se ha quedado con el culo al aire y sin silla que ocupar en un plató es la pobre de Valeri, que a falta de una oferta televisiva aprovecha su Instagram para poner al jinete a caer un burro y sacar todos los mensajes que le envió la famosa madrugada de sexo y frenesí que hoy Escassi quiere olvidar para evitar los detalles. Veremos cómo capea este temporal y si es capaz de aguantar el tipo en un otoño que viene más que caliente y que la propia Valeri, me asegura, no piensa pasar por alto hasta "desenmascarar" al que fuera su amante por un día.