Irene Montero posa en bikini y exhibe "la sonrisa despeinada de ir en contra de los vientos"
- La eurodiputada de Podemos y mujer de Pablo Iglesias ha publicado algunos posados desde la playa
- Irene Montero desvela "las diez cosas" que no sabemos de ella: "Como a toda mi generación, a mí también me encantaba..."
Informalia
Irene Montero (36) sabe dónde encontrar la calma, especialmente durante las vacaciones de verano. La eurodiputada de Podemos se ha mostrado muy activa estos días en sus redes sociales, sobre todo en X, donde ha opinado sobre diversos asuntos de la actualidad. Eso sí, sabemos que lo ha hecho desde la playa, tal y como ha dejado ver en Instagram.
Este domingo, la mujer de Pablo Iglesias (45) publicó dos posados desde la playa. En uno de ellos aparece de espaldas, con los brazos en alto y meneando su melena al viento. En la otra imagen, en cambio, aparece mirando a cámara muy sonriente.
En ambas instantáneas, que pertenecen al mismo momento, lleva puesto un bikini de color azul celeste que deja ver sus tatuajes. Uno de ellos está en el lado izquierdo de su espalda y contiene una frase y formas geométricas. El otro lo lleva en la costilla. Y es que a la ex ministra de Igualdad le gusta mucho la tinta, algo que demostró el pasado mes de marzo, cuando se tatuó en el brazo dos manos que entrelazan sus dedos meñiques.
"La sonrisa despeinada de ir en contra de los vientos", escribió Montero en su post, que recoge cientos de 'me gusta' y comentarios como "Única y transparente", "Disfruta de tus merecidas vacaciones", "Qué guapa" o "Un rito y un reto, vivir despeinada".
No obstante, este no ha sido el único momento del verano en el que la política ha estado en la costa. A comienzos del mes de agosto ya publicó una serie de fotografías de sus planes veraniegos en familia. "En el mar estoy feliz", escribió por aquellos días, publicando una imagen con sus tres hijos en común con Pablo Iglesias, así como el libro que estaba leyendo: Querido capullo, de Virginie Despentes. También mostró las jornadas de pintura que pasó en familia.
Desde que ya no se encuentra en la primera línea de la política, la psicóloga se muestra mucho más desenvuelta a la hora de mostrar su vida personal. Lo mostró estos días, por ejemplo, en una historia donde respondía a las preguntas de un cuestionario de Instagram. En este post confesó que suele acumular muchos mensajes en WhatsApp, en lugar de contestarlos al segundo, que prefiere comenzar comiendo la parte de chocolate del Maxibon (en vez de empezar por el lado de la galleta), que es de las que ponen el kétchup a un lado del plato, a diferencia de algunos que lanzan chorros sobre las patatas fritas, y que tiene la costumbre de presionar el tubo de pasta de dientes desde el final. También se ha prestado en estos meses a dar entrevistas para algunos podcast, como el de Raúl Massana. En Yo nunca, habló de cuestiones controvertidas, como su pasada relación con los porros o la agresión que sufrió hace años por parte de un nazi.