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Michelle Obama, la salvación de los demócratas: de primera dama a... ¿presidenta de los EE.UU?


Pilar Fernández

Michelle Obama ya dijo en marzo que no sería candidata para volver a la Casa Blanca, no como Primera Dama esta vez, sino como la primera mujer presidenta de los Estados Unidos de América. Pero cuando la eminente abogada despejó los rumores sobre su presunto regreso al Ala Oeste, Joe Biden no se había estrellado contra el peor debate de un candidato en la historia del país. Ahora, tras la debacle del presidente en su enfrentamiento con Donald Trump, los demócratas se quedan sin opciones y su nombre suena cada vez con más fuerza para salvar la situación.

La que fuera Primera Dama de Estados Unidos (una de las más queridas) se ha convertido en la candidata ideal para tomar el relevo de Joe Biden y evitar el triunfo de Donald Trump en las próximas elecciones. La avanzada edad del primero y sus recientes problemas de salud han provocado una notable reducción de sus apoyos: según una encuesta del New York Times, un 61 % de los votantes que le apoyaron hace cuatro años dejarán de hacerlo ahora. "Es, sencillamente, demasiado mayor" o "Solo es la sombra del líder que fue" son algunos de los comentarios. Sus propios compañeros de partido lo reconocen: "No podemos hacer esto. Joe Biden no puede formular una frase. Necesitamos un nuevo candidato y tenemos muchos candidatos fantásticos esperando al margen", ha dicho Johanna Maska, ex ayudante de Barack Obama y consultora demócrata de Biden.

La candidata ideal

A sus 60 años y con mucha experiencia en el mundo de la política, muchos demócratas sueñan con que la que fuera Primera Dama siga los pasos de su antecesora, Hillary Clinton, y se convierta en una potente rival para Donald Trump en las urnas. La esposa de Bill Clinton cayó frente al magnate en 2016, pero el destino de Michelle Obama podría ser bien distinto: según la última encuesta de Ipsos, publicada el martes 2 de julio, si las elecciones se celebrasen hoy, la abogada obtendría el 50% de los votos frente al republicano. Y eso, sin hacer campaña. Si Michelle aceptara el reto y llegara a la Casa Blanca, no solo podría 'vengar' la derrota de su amiga Hillary, sino hacer historia al convertirse en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos. Una presidenta negra.

Michelle hizo un fantástico trabajo como Primera Dama durante las dos legislaturas de su esposo, entre 2009 y 2017. Nombrada como la mujer más poderosa del mundo por la revista Forbes, se convirtió en un ejemplo y una inspiración para miles de mujeres en todo el mundo. Apasionada activista feminista, lideró campañas globales por la igualdad de género, la educación y escolarización de los niños ('Let the girls learn') o la alimentación sana ('Let's move'), que compartió con doña Letizia, cuando los reyes de España visitaron la Casa Blanca y las dos mujeres pasearon por el huerto de Michelle en tacones. Es inevitable (y maravilloso) imaginar una futurible visita de nuestros monarcas a Washington en el que cambiasen las tornas: Barack convertido en 'primer caballero' ejerciendo de anfitrión de Letizia entre lechugas mientras Michelle y Felipe despachan en privado sobre política internacional.

Michelle, de la A a la Z

Nacida en Chicago, estudió Sociología y Estudios Afroamericanos en la Universidad de Princeton. Tras graduarse de la escuela de leyes de Harvard, en 1988 empezó a trabajar con el bufete de abogados Sidley & Austin, donde conoció a Barack Obama. Se casaron en 1992 y son padres de dos hijas: Malia y Sasha. Antes de llegar a la Casa Blanca como Primera Dama, trabajó en el Ayuntamiento de Chicago y también como decana de la universidad.

Pero Michelle es mucho más: fan confesa de Beyoncé, es una apasionada de la moda y un auténtico regalo para las marcas, pues algunas de las que ha vestido han incrementado sus ventas hasta en 11 millones de euros. Un 'efecto llamada' con el que los demócratas sueñan y que consigue gracias a un liderazgo adquirido a fuerza de trabajo, constancia y una energía atómica. "Podría haberme pasado ocho años sin hacer nada y, de algún modo, habría estado bien. Podría haberme centrado en las flores. En la decoración. Podría haberme centrado en el entretenimiento. Porque cualquier primera dama, por derecho, tiene la opción de definir su rol. No hay una autoridad legislativa; no has sido elegida por los votantes. Y eso es un gran regalo de libertad", dijo en una entrevista para Vogue en 2016.

Moderna, espontánea, atrevida... En 2020, publicó sus memorias (una de las autobiografías más leídas de la historia) y estrenó en Netflix Becoming, una película documental que recoge los encuentros solidarios de Michelle durante la gira de presentación de su libro y que contaba con la participación de sus dos hijas.

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