Éramos pocos y rajó la abuela: Mar Flores se sube al carro de las exclusivas que le trae su nieto
Informalia
No es que Mar Flores en la portada de Hola sea novedad. De hecho, la imponente modelo es uno de esos personajes que revisitan la revista cada cierto tiempo para hacer caja, posar y rajar con cualquier excusa. Esos admirables retratos veraniegos ya justifican la exclusiva aunque la de Usera no hable pero, además, ahora tiene la percha que justifica la presencia de la despampanante abuela, ex de importantes empresarios o de nobles de sangre azulada como Cayetano Martínez de Irujo, Alessandro Lequio Di Assaba o Carlo Costanzia di Costigliole. Del mexicano Elías Sacal no habla pero ella misma describe cómo debería ser su próximo amor: "Alguien como yo, con mucha energía, que le encante viajar, bailar, que sea positivo, que no sea celoso ni machista y entienda que las mujeres podemos tener nuestra independencia profesional y personal".
El semanario diluye como puede la razón única que coloca a Mar Flores en su primera página, es decir, como principal reclamo de ventas. Dice el cartel que la ex de Fernando Fernández Tapias "hace balance de su vida al cumplir 55 años", aunque le cayeron hace casi un mes. Por supuesto, Mar Flores, a la que no le agrada comentar nada de su vida si es gratis, se explaya revelando sus muchos sueños y hablado de sus hijos, sobre todo del que le aporta la noticia más inesperada. Su hijo Carlo anunciaba en la misma portada hace días que está esperando un bebé con Alejandra Rubio para diciembre. Tanto la nieta de María Teresa Campos como su novio italiano protegieron el secreto del embarazo, conscientes de que la exclusiva no solo iba a reportarles a ellos pingües beneficios durante un tiempo sino que el acontecimiento multiplicaría por mucho el valor de los cachés de todo lo que rodea a los clanes Campos y Flores, directa o indirectamente. De ahí que cuando pillamos a Alejandra Rubio con tres test de embarazo saliendo de una farmacia, de la la joven brotara una especie de risa nerviosa. Lo mismo hizo Carlo cuando le preguntaron por el asunto. Había demasiado dinero en juego como para reconocer la verdad gratis. Son de la escuela de los vendedores de exclusivas de toda la vida. Esos que solo hablan de su vida cuando les pagan. Mar Flores habla este miércoles en Hola y no debe haber regalado sus palabras.
"No he tenido la oportunidad de estudiar grandes carreras"
"A mí la vida me ha enseñado mucho. No he tenido la oportunidad de estudiar grandes carreras, porque no he podido compaginarlo, ya que tenía que trabajar, pero tengo mi experiencia de vida, que ha sido muy intensa, y eso curte muchísimo", dice, tal vez para disfrazar que no ha estudiado ninguna. La madrileña fue madre por primera vez a los 24 años, los mismos que tiene ahora su 'nuera', la hija de Terelu Campos. "Yo soy feliz si mis hijos son felices. Carlo es un hombre adulto y, por tanto, no soy quién para cuestionar su vida y, por supuesto, le apoyaré siempre como madre", comenta antes de confirmar que ya ha visto a la futura mamá: "Nos conocimos casualmente en un sitio. Yo veo a mi hijo Carlo más sereno. Si mis hijos están bien, yo estoy bien, lo único importante es eso. Que se casen o no se casen, o con quién estén, da igual", señala.
Mar ante todo es madre y dice que lo que más le preocupa llegados a esta edad es no tener energía suficiente para ayudar a sus hijos a crecer más: "Me preocupa este mundo de locos donde vivimos, que ellos lo sepan encajar bien, porque hay mucha información y hay que saber gestionarla de una manera inteligente, y como persona, como mujer independiente y trabajadora, me preocupa un poco el momento en el que tenga que empezar a dejar de trabajar. Quizás eso es lo que más me preocupa, pero como soy muy creativa y muy cabezota, me voy a ocupar de que sea lo más tarde posible", reconoce entre risas.
Sobre los rumores de que se lleva mal con su hijo Carlo, se explica así: "Pasé uno de los cumpleaños más felices y más tranquilos de mi vida, feliz con mis cinco hijos y, al día siguiente, veo publicado en dos medios 'el cumpleaños más triste de Mar Flores'. 'Fea, triste, su hijo Carlo no fue…'. Es que estoy por llamar al periodista y que me vea en persona, a ver si estoy alicaída y triste. Que vea cómo sonrío con mis hijos y lo bien que lo pasamos todos. Los periodistas estaban en la puerta de mi casa y vieron que mi hijo mayor llegó el primero. Entiendo que vende más contar lo contrario", relata.
No le reprocha nada a Carlo pero dice esto: "La vida es precisamente eso: ensayo-error. Aprender de las equivocaciones y, en la medida de lo posible, no volverlas a cometer, al menos las mismas… Les insisto mucho a mis hijos sobre eso: está bien equivocarse, pero está aún mejor aprender de los errores, eso es lo que hace que una persona vaya creciendo más firme. Por eso hago mucha vida familiar. Me gusta estar ahí cuando se equivocan, darles mi apoyo y explicarles que hay que seguir hacia adelante". Para Mar Flores es incierto que cualquier tiempo pasado fue mejor: "Lo que venga va a ser mejor que todo el pasado junto, porque yo me siento mejor que nunca", se reafirma. Dice que le ha ayudado a ser más fuerte su paso por El Desafío, y que ha descubierto que es "resiliente". Además, reprocha algunas críticas recibidas diciendo que el desafío más importante al que se ha enfrentado en su vida es el de esta "sociedad machista", reflexiona.
"Una sociedad machista"
"He he tenido que enfrentar a una sociedad que, aunque cada vez menos, era muy machista en su época. A mí se me ha juzgado de una manera diferente a como se juzgaba a otras personas, hombres y mujeres, y creo que con el tiempo las cosas se ponen en su sitio, y quien esté interesado así lo verá", señala en Hola. "Ha habido mucha gente que me ha pedido perdón por haberme prejuzgado. Antes hablaba de la sociedad machista, pero también vivimos en una sociedad con muchos prejuicios. Cuando se escucha una mentira veinte veces, puede parecer una verdad, pero no es así. Y si además la persona con la que tienes que contrastarla no quiere hablar… ahí surge el problema. Hoy por hoy, yo no quiero entrar en esas cosas", remata. "Se me ha juzgado de manera diferente a las demás personas, y nunca he entendido muy bien el porqué. Si porque era mujer o porque era yo, pero el dolor queda ahí. Cuando uno calla, no siempre otorga. Simplemente calla porque está roto, y no es el momento de defenderse. El tiempo ayuda a ir colocando las cosas", vaticina.