El viejo equipo de 'Sálvame' recuerda a Mila Ximénez en el tercer aniversario de su muerte:  "Fue una gran periodista y una extraordinaria mujer"

A sus 69 años, Mila Ximénez falleció en 2021 debido a un cáncer de pulmón. Tres años después de su muerte, los que fueron sus compañeros de Sálvame han rendido un homenaje a la periodista a través de unas emotivas palabras.

Uno de los discursos más conmovedores ha sido el de Carmen Borrego. La hermana de Terelu ha reconocido que Mila fue una de las mejores periodistas con las que compartió plató de televisión. "La mejor colaboradora que ha tenido la televisión, un medio que perdió mucho cuando perdimos a Mila. Tenía un fuerte carácter, pero era la persona con mayor capacidad de pedir perdón que yo he conocido. Podía decir cualquier cosa de ti de repente, y si se daba cuenta de que no tenía razón, recapacitaba y te pedía disculpas, algo que es muy importante en la vida. En definitiva, fue una grandísima periodista y una extraordinaria mujer", ha manifestado la hija pequeña de María Teresa Campos en La Razón.

Por su parte, Lydia Lozano ha reconocido que Mila siempre está presente en el equipo de Ni que fuéramos Shhh, ya que, en muchas ocasiones, se preguntan: ¿Qué haría Mila en esta situación? "Nos preguntamos qué haría Mila en determinadas situaciones, siempre la tenemos en la boca, era una colaboradora maravillosa y daba muchísimo juego en el programa", ha desvelado la periodista al citado medio.

Asimismo, Chelo García-Cortes ha recordado cómo era Mila en las distancias cortas. "Era súper cariñosa y tierna. Una cosa es el trabajo, en el que la veíamos muy aguerrida, y otra su vida personal. Por eso te digo que al mismo tiempo era sensible y dura, una mezcla de ambas, pero en las distancias cortas prevalecía su sensibilidad y ternura".

Para Gema López, por su parte, la madre de Alba Santana ha pasado a la historia de la televisión como el rostro más emblemático del programa, que echó el cierre en Telecinco hace justo un año, tras 14 en antena. "Mila era el icono de Sálvame, una figura irrepetible de la televisión, a la que se la quería o se le odiaba, según los días, a partes iguales. En el fondo, el carácter que demostraba en el plato se venía abajo tras las cámaras. Mantener ese personaje tan duro luego le pasaba factura", ha asegurado.