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Curiosidades y secretos de la boda de Almeida y Teresa Urquijo: chotis, solomillos y un desmayo


Informalia

La boda del año, la que ha unido este sábado 6 de abril a José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo como marido y mujer, ha sido todo un desfile de lo más granado de la política, la alta sociedad y la realeza, a pesar de la sonada ausencia de la Reina Sofía a la ceremonia, aunque sí asiste al banquete en la finca de los abuelos de la novia en Colmenar Viejo.

El alcalde y la analista financiera ya son marido y mujer tras una boda que todos han destacado por su emotividad y las lágrimas del novio. "Él estaba bastante más nervioso que la novia", nos contaba Magdalena, la hermana del alcalde a la salida de la iglesia.

Como curiosidad, desde el primer momento, Martínez-Almeida ha querido que Madrid estuviera presente en todo momento en su enlace. De hecho, Telemadrid ha conectado en directo con el acontecimiento en el templo.

El alcalde ha elegido Pasacalles La Música Nocturna en las calles de Madrid de Luigi Boccherini como música para ir hasta el altar. De hecho, también tendrá un guiño a su ciudad en el convite, pues según hemos sabido como dato curioso, las mesas donde comerán los invitados están ambientadas representando los lugares emblemáticos de la ciudad como el parque del Retiro, la Puerta de Alcalá, la Puerta del Sol, Cibeles o Neptuno. El menú está formado por salpicón de marisco, solomillo de wagyu y postres alternos.

Aunque no tenga nada que ver con Madrid, a las puertas de la iglesia ha habido un espontáneo que ha puesto música al bonito enlace, un gaitero que no ha dejado de tocar durante toda la mañana. A pesar de eso, no todo han sido alegrías entre el público congregado a las puertas de la iglesia, pues cuando los invitados y los novios ya estaban dentro de la iglesia, una señora apostada tras las vallas de contención ha sufrido un vahído y ha tenido que ser atendida. Luego, ya recuperada, se ha quedado a las puertas de la iglesia sentada en un taburete para no perderse ni un detalle.

Seguro que para ella no ha pasado desapercibida un detalle que ha marcado otra anécdota de la jornada, la terrible coincidencia de dos invitadas: Teresa de la Cierva y Pepa Muñoz, de El Qüenco de Pepa, que inesperadamente han repetido modelito en la boda.

Tras la salida de la iglesia, donde Juan Carlos I ha posado con sus dos hijas y sus tres nietos, Froilán, Victoria Federica y Juan Valentín, los invitados han sido trasladados a la finca El canto de la Cruz de Colmenar Viejo, una finca propiedad de la familia de Teresa Urquijo, de alrededor de 25 hectáreas. Por lo que hemos podido saber, el menú de Lardhy con el que los novios agasajarán a sus invitados, está formado por salpicón de marisco de primero, solomillo de wagyu a baja temperatura de segundo y dos postres alternos.

El baile nupcial, según nos ha confirmado el propio alcalde antes de dar el 'sí, quiero' será un chotis, y después habrá barra libre, pero no de diez horas como algunos habían exagerado. Y es que según la wedding planner contratada, Eva Iglesias, "la boda terminará como todas las bodas, a las 23:30 o 24 horas".

Los detalles de la ceremonia

Un ex jefe de Estado, un ex presidente del Gobierno, el jefe de la oposición, varios presidentes autonómicos (Ayuso y López Miras), dos expresidentes de la CAM (Esperanza Aguirre y Gallardón), las Infantas, el duque de Calabria, los duques de Huéscar de testigos son algunos de los ilustres asistentes a la boda del alcalde de Madrid con Teresa Urquijo, la veinteañera que esta noche tendrá que animar a su marido, dos décadas mayor que ella, para que se mantenga despierto si la fiesta se alarga porque, a punto de cumplir los 49, el edil nos reconocía nada más llegar a la iglesia de los Jesuitas que va corto de sueño: "No he dormido esta noche de los nervios", dijo.

Sin duda, ayudan al alcalde a sostenerse la emoción y su alegría. También el baile de la fiesta, sean valses o chotis. Esta mañana, en el templo sonaba Boccherini y el pasacalle para instrumentos de cuerda del galante violonchelista y compositor italiano, al servicio de la Corte española desde 1770 hasta su muerte en la capital de España en 1805, una obra que habla de las calles de su querido Madrid.

La novia, del brazo de su padre, Lucas Urquijo, hizo su paseo hacia el altar mayor, presidido por un Cristo en la Cruz, también con la música del toscanés, pero sonando en su caso Canticorum Jubilo.

Esperando a Teresa Urquijo, Almeida, conteniendo su llanto emocionado desde que la vio entrar en el templo. Él retiró el velo, ante la atenta mirada de los más de 350 asistentes, con el emérito en primera fila acompañado de sus hijas, Elena y Cristina.

La ceremonia ha durado una hora y ha sido oficiada por dos sacerdotes: el padre Andrés Ramos Castro y el padre José Luis Sánchez Valero. Una amiga de la novia llamada Camila interpretado una canción a la guitarra. Durante la consagración, ha sonado el himno de España. Victoria López-Quesada Borbón-Dos Sicilias, prima hermana de la novia, ha colocado la cola y el velo nada más salir del coche, y durante la ceremonia.