Primicia: Subastan las joyas de la gran Concha Márquez Piquer: sus hijas preparan la venta
- "Lo que sale a subasta es sólo el treinta por cien de las joyas de mi abuela", nos cuenta en exclusiva Iris Oliveros, nieta de la cantante
Beatriz Cortázar
Como una artista independiente, grande, liberada y empoderada. Así describen a Doña Concha Piquer en el libreto de partida donde se presentan las joyas que mañana miércoles saca Sothebys Paris a subasta, no sin antes hacer un recordatorio por la vida y obra de esta increíble mujer. Los precios de salida oscilan desde los 4.000 euros a los 80.000.
Famosos son los baúles de la Piquer que viajaron por el mundo junto a su propietaria levantando mil leyendas y misterios sobre lo que había en el interior. Y es que la vida de la Piquer no fue la vida de cualquiera. A los 14 años debutó en Nueva York (1922) cautivando con una voz única que hizo derretir al mismísimo Fred Astaire, con quien colaboró en el primer filme sonoro de la historia en 1923. Su interpretación de la copla no tiene rival y ya se encargaba ella de recordarlo.
Según el catálogo donde se presentan sus joyas, Piquer "simboliza la libertad y la emancipación de las mujeres de los años 20". Con su voz y las canciones que interpretaba reflejaba "la pasión, el amor y el dolor" haciendo que fueran muchas las mujeres que se identificaran con esas letras. Después de su triunfo en La Gran Manzana dio giras por toda América Latina convirtiéndose en una estrella internacional y haciendo gala de una vida de lujo.
Desde hace unos días su nieta Iris Oliveros está en París pendiente de todo lo que pase con la subasta. "Estaré en la sala a ver qué pasa, aunque ya me han avisado que en la actualidad casi todas las pujas se hacen por teléfono o Internet. Pero quiero vivir esa experiencia ya que nunca he asistido a una subasta", cuenta la hija de Concha Márquez Piquer y Ramiro Oliveros. Su hermana Conchita no ha podido viajar "porque tenía unos asuntos en Madrid" pero tendrá el relato perfecto a través de Iris: "Seré sus ojos y sus oídos para que sepa todo lo que pasa".
Desde que murió su madre, las dos hermanas sabían que había muchas cosas que no iban a mantener y en especial algunas joyas. "Lo que sale a subasta es sólo el treinta por cien de las joyas de mi abuela pero hemos decidido dar este paso porque tanto mi hermana como yo somos conscientes de que por nuestro estilo de vida son piezas que no vamos a llevar ni siquiera en bodas. Nuestra madre sí las lucía porque ella estuvo actuando en los escenarios o hacía reportajes en prensa y televisión y solía lucirlas. No es nuestro caso", cuenta.
Hay muchos recuerdos en el joyero de Doña Concha y más en los baúles que sus nietas guardan en la finca que heredaron y que está en Segovia. "Allí tenemos un montón de objetos, desde vestidos a premios y los famosos baúles. No queremos sacarlos a subasta pero más adelante sí nos gustaría hacer algunas exposiciones itinerantes para que la gente pueda verlos", anuncia. Desde hace muchos años se mantiene en Valencia la casa donde nació la artista y se conserva tal y como era cuando ella se crio. Fue Concha Márquez quien se encargó de inaugurarla y donar algunas prendas de su madre para enriquecer la vivienda.
En cuanto a las joyas favoritas de su abuela Iris asegura que en primer lugar estaría la famosa 'pandereta' que tantas veces llevaron la Piquer y su hija al igual que el collar de perlas de vueltas que Concha Márquez enriqueció insertando un broche de su madre. "Siempre recuerdo a mi madre con ese collar pero yo no me veo. No es mi estilo. La 'pandereta' seguirá con nosotras, en el banco por supuesto que es donde guardamos todo, pero aunque no nos lo pongamos lo queremos tener porque son muchos recuerdos". Eso sí, lo que nunca se quita Iris es "el anillo de boda con mi padre que tiene grabada una R y así los llevo a los dos", reconoce emocionada.
En el reparto de la herencia con su hermana Iris se quedó con la vivienda de Somosaguas, en Pozuelo de Alarcón, donde actualmente reside sin intención de poner a la venta. "No podría separarme de tantísimos recuerdos que hay en esta casa", confiesa. Conchita recibió otras propiedades y juntas mantienen la finca de Segovia que explotan con eólicas y ganadería.