Jaime Ostos Jr. pide las pruebas de paternidad a su hermano Jacobo: "La señora Grajal tenía un amante y se parece mucho a él"

La guerra fraternal por la herencia del torero Jaime Ostos, fallecido en enero de 2022 a los 90 años, no ha hecho más que empezar. Tras escuchar las versiones de Gabriela y Jacobo (con enfrentamiento en directo incluido), es el turno de Jaime Jr., que ha dado el paso para trasladar esta lucha de los platós a los juzgados. No solo quiere recuperar la "legítima" de su padre sino asegurarse de que Jacobo, último hijo del torero, fruto de su relación con Mari Ángeles Grajal, es realmente su hermano: "Pediré las pruebas de ADN".

Jaime ha conectado este martes con el programa de Sonsoles y ha abierto 'el melón': "La señora Grajal tenía un amante cuando se quedó embarazada de Jacobo y él se parece mucho a este señor", ha dicho ante el asombro de los presentes. "Si sabéis quién es, os daréis cuenta de que se parecen mucho a este señor. Si Jacobo tuviera nuestra sangre no se estaría comportando de esta manera, habría hecho las cosas de forma correcta". Y ha añadido: "Él le tenía muy poco respeto a mi padre, muy poco o ninguno".

Jaime y Gabriela son fruto del primer matrimonio del diestro con Consuelo Alcalá. Tras su divorcio, llegó Mari Ángeles Grajal y un tercer retoño, Jacobo. La guerra viene de lejos. De hecho, los dos primeros denunciaron que ninguno de los otros les avisó de la muerte de su padre, que estaba en Colombia con unos amigos: "Me enteré de la muerte de mi padre porque un amigo me llama para darme el pésame. Llamé a Grajal y no me cogió el teléfono. Cuando logré hablar con ella, le pedí que me dieran unas horas para poder llegar a Colombia desde Estados Unidos y poco después me mandó una foto de mi padre entrando en el crematorio. Habían pasado 13 horas, no más. Ella dice que fue por 'protocolo covid' pero eso no es cierto, el protocolo ya no se aplicaba en aquel momento", ha contado Jaime. "Hizo lo que le dio la gana con el cuerpo de mi padre".

Después llegaría el enfrentamiento por el reparto de bienes que dejó el torero. Jaime Ostos no tenía testamento y los dos hijos mayores denuncian que Grajal y Jacobo se han quedado con todo lo que han querido sin darles opción: "Pedimos la legítima de mi padre. Ahora tenemos toda la documentación necesaria, porque hasta hace poco ni siquiera teníamos el certificado de defunción. No nos lo dieron", asegura. Entre los enseres que dejó su padre, destaca un capote que los dos hermanos, Jaime y Jacobo, reclaman para sí mismos. "Ese capote se hizo para mi bautizo después de que mi padre sufriera una cogida grave. Me presentaron en ese capote a la Virgen del Pilar y mi padre siempre me dijo que era para mí", ha dicho el primogénito. "Yo no me lo voy a quedar, quiero llevarlo a la Real Maestranza de Sevilla. Todos los trofeos y otras cosas taurinas que tiene Jacobo en su casa deberían estar en los museos", ha sentenciado.