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Carmen Morales: "Ni me apetece enamorarme, ni estoy preparada ni tengo ganas"

  • Está volcada en su vuelta a la interpretación, y ya prepara obra de teatro para septiembre
  • Sobre que Shaila se haya quedado con la casa familiar de Torrelodones, afirma: "Estoy muy contenta, me apetecía que la tuviera ella"

Informalia

Han pasado doce años desde la última vez que pisó los escenarios. Demasiado tiempo para que Carmen Morales no sienta ahora un pellizco de nervios en el estómago, pero también una ilusión desbordante. Porque no se arrepiente de haber dejado aparcada su carrera para dedicarse en cuerpo y alma a su familia; pero ahora que su hijo Christian ya tiene 27 años y que hace dos que se divorció de su marido por fin siente que ha llegado el momento de pensar en ella y de realizarse de nuevo en lo profesional.

"¡Buah, es que han pasado doce años! Estoy súper nerviosa pero muy entregada y con ganas de empezar a ensayar esta obra, Querida Ágatha, de Juan Carlos Rubio, en la que estaré en escena con Juan Messeguer. Ya estoy estudiando, hincando codos, porque empezaremos los ensayos en julio y estrenaremos el 8 de septiembre en Montilla", nos dijo en la fiesta del 25 aniversario de Diagonal TV.

Tras ese retorno las tablas, confesó: "Mi intención es no parar. Es verdad que hice un parón en mi vida profesional para dedicarme a la personal y ha sido maravilloso porque mi hijo era pequeño y necesitaba estar con él y con mi marido, y he disfrutado al máximo de ese paréntesis personal. Pero ahora ya estoy preparada para volver con experiencias nuevas vividas que también te sirven para aportar a tus personajes". Además, también recalcó que le encantaría trabajar en la tele: "Claro que sí, quiero trabajar en tele ya, que las mujeres de 53 también podemos. A las mujeres de 53 nos pasan muchas cosas", reivindicó.

Sin ir más lejos, a ella misma le han pasado muchas cosas en los últimos años. Hace dos se separó de Luis Guerra tras once años de matrimonio y ha iniciado una nueva vida en la que ha redescubierto el placer de dedicarse a sí misma y a mimarse. "Estoy muy tranquila, muy dedicándome a mí, a leer, a estudiar, y con mucho tiempo para mí. Porque a veces no lo tienes por trabajo, pero tampoco estando casada, porque estaba siempre viajando y ajetreada, y de repente ahora es como: '¿Qué día es hoy?'. Ahora tengo tiempo de un aperitivo, una comida, una cena", nos dijo. Lo que sí tiene claro es que ahora mismo en su ecuación vital no hay lugar para el amor. "¿Qué si me apetece enamorarme? Radical que no. Ni me apetece ni estoy preparada ni tengo ganas. No. La gente me dice. 'Ya te llegará'. Pero por mi parte no tengo ganas".

De momento sus amores son su hijo, que ahora está soltero y se gana la vida siendo gerente de un hotel, y sus hermanos. Sobre el hecho de que Shaila se haya quedado con la casa de Torrelodones, dijo: "Es maravilloso, así cuando esté en España estará cerquita de mí". Y añadió: "Es súper bonito que la herencia se haya resuelto así. Además, me apetecía mucho que la tuvieran ellos porque como su marido es músico y está deseando tener ahí su estudio donde pueda grabar ella, se percibe que vamos a volver a recuperar ese ambiente musical en casa. Shaila está mega feliz, muy contenta. Y yo mucho más".