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Raúl Prieto arranca 'Supervivientes' en un delicado momento personal por su marido, Joaquín Torres
- El arquitecto, que aún se recupera de un accidente de tráfico sufrido en diciembre, ha perdido a su madre
- Reunión de 'Sálvame' en Mediaset: Raúl Prieto vuelve a Telecinco para dirigir a Jorge Javier en 'Supervivientes'
Sara Tejada
Está a punto de iniciar su mayor aventura profesional: su primera edición como director de Supervivientes, que produce Cuarzo (Así es la vida, La Isla de las Tentaciones). Pero Raúl Prieto sufre a causa de una preocupación y tiene la cabeza en otro sitio, su casa. El amor de su vida, Joaquín Torres, vive un calvario desde que el pasado mes de diciembre sufriera un aparatoso accidente de moto que a punto estuvo de costarle la vida y que le tiene apartado de su trabajo desde hace ya casi tres meses. El día a día del famoso arquitecto pasa tras las intervenciones por la rehabilitación y sus sesiones de fisioterapia, pero cada vez su situación se le hace más cuesta arriba.
El arquitecto del ático de Tamara Falcó recibió el sábado recibió otro duro golpe que le ha sumido en la mayor de las tristezas: la muerte de su madre. Bien es cierto que ella arrastraba problemas de salud desde hace tiempo y que era muy mayor, pero a Joaquín, dado sus problemas de salud y su delicada situación mental, le ha terminado de romper. Tanto es así que Raúl está muy preocupado por él. Joaquín no deja de llorar y de estar triste. Se encierra en su habitación y aunque intenta ocultarse de todos, no oculta su tristeza.
En las líneas que escribió en sus redes queda patente ese delicado momento que vive: "Mi madre se ha ido esta mañana rodeada de amor y una parte de mí se ha ido junto a ella. Mamá se fue como ha vivido, discretamente, sin lamentos y dando amor. Hoy estoy completamente roto anímicamente y físicamente. El vacío que ha dejado en mí es desolador y lo ha arrastrado todo. Sé que tengo que aprender a no verla, a no tocarla, a no oírla, a no olerla. Aunque sé que parte de su energía siempre estará conmigo. Me ha dejado tanto amor y un ejemplo de vida que siempre será su legado, que nada ni nadie podrá superar. Le dije que se fuera tranquila que yo cuidaría de papá hasta el último aliento pero siento tal vacío que no sé si podré cumplirlo", concluye.
Y es cierto: fuentes cercanas al arquitecto hablan de una persona totalmente rota que atraviesa un momento delicado de su vida y al que le cuesta reponerse. De ahí que Raúl esté mal también: "Desde hace un tiempo está preocupado por él, el accidente le dejó muy delicado de salud y aunque hace todo lo posible por estar mejor, la cabeza y el ánimo no le juegan buenas pasadas", nos dice una persona que les conoce.
Joaquín ha tenido una vida delicada. Tal y como él mismo ha contado, ha necesitado años de terapia para aceptarse y decidir gritarle al mundo que era homosexual y que se había enamorado de Raúl Prieto. Pero fue conocerle y tenerlo claro. Él es su todo, como ha confesado en una reciente entrevista, pero ni siquiera él puede sacarle ahora de este pozo del que no encuentra salida. A ver si poco a poco, el arquitecto recobra la alegría y vuelve a ver en color y no en blanco y negro.