Tamara Falcó confiesa los motivos por los que no recurrirá a la fecundación in vitro
- Ha reconocido que un movimiento que le parece "muy bonito" es el de adoptar a un embrión fecundado que se ha descartado
- Ha debatido el tema con su director espiritual y con su ginecólogo
Sara Tejada
Ni está embarazada ni hay crisis. Así de rotunda ha sido Tamara Falcó en sus declaraciones previas al desfile de Pedro del Hierro celebrado este jueves en la MBFWM, donde ha presentado su colección Borealis, inspirada en el estilo safari que solía utilizar su padre a la hora de vestir y por supuesto en su luna de miel en África. Ante un numeroso grupo de prensa, la marquesa de Griñón ha aprovechado su comparecencia para aclarar que su matrimonio goza de buena salud, pero que está cansada del "acoso mediático" que últimamente está sufriendo. "No me voy a molestar en contestar en mitad de la calle a alguien que no conozco, pero cuando me lo preguntáis vosotros no tengo problema en decirlo: no hay crisis".
De hecho, la hija de Isabel Preysler y el hijo de Carolina Molas se encuentran tan unidos que siguen adelante con sus planes de ser padres. De momento la hermana de Ana Boyer sigue en Fertilitas, donde aplican métodos y un seguimiento que ella considera "natural". "Ahí te van diciendo cómo está tu cuerpo, es un estudio de la mujer que todas las mujeres deberían hacerse. Porque el cuerpo de la mujer es mucho más complicado. Es injusto", se quejó.
Al ser preguntada sobre si no le parece injusto en su caso el no plantearse recurrir a otras técnicas científicas, como la fecundación in vitro, por el tema religioso, fue contundente: "Cada caso es particular y lo tienes que ver con tu director espiritual. Es mi teoría, no soy teóloga, pero dentro de la fecundación in vitro al principio se han hecho muchas barbaridades. No en España, porque yo lo hablé con mi ginecólogo, pero muchos de los embriones fecundados se dejaban congelados y luego se descartaba o se utilizaban para hacer experimentos con ellos. Ahora de hecho existe un movimiento donde tú adoptas un embrión fecundado que la gente descarta. Y es muy bonito".