Tamara Falcó, tras los rumores de crisis con Iñigo Onieva: "No tengo por qué aguantar esto"
- La marquesa de Griñón está harta de "noticias falsas" y paparazzi
- "Ella ha decidido tragar": aseguran que Tamara Falcó e Íñigo Onieva han estado al borde de la separación
Pilar Fernández
La marquesa de Griñón está en el ojo del huracán tras unas informaciones que apuntan a una crisis en su matrimonio con Iñigo Onieva. Este jueves, durante su intervención en el programa El Hormiguero, no ha comentado las informaciones y ha arremetido contra la prensa de la que ella misma vive: "Hay muchas noticias que son mentira. Hay periodistas detrás de mí diciéndome barbaridades sobre mi familia, mi marido... No tengo por qué aguantar eso".
Tamara Falcó asegura que está muy agobiada por el interés mediático que despierta y que ella misma alimenta con sus exclusivas (muy bien remuneradas) a su revista de cabecera: "Intento que esto no me agobie. Me he mudado a un sitio donde entro con mi coche, nadie tiene acceso a mí, tengo el gimnasio en el edificio... Yo no me escondo pero sí me protejo". Y ha añadido: "Una cosa es que te pidan una foto y otra que te acosen. Hay gente que se cree con derecho de mirarte desde la calle con prismáticos. Podría demandarlos, pero no quiero perder energía en eso".
La aristócrata ha revelado que ser famosa es un calvario para ella y ha comparado su trabajo con el de un camarero: "A un camarero nadie le pide una ración de calamares cuando va por la calle, pues yo también quiero tener una vida normal cuando salgo de la televisión", ha dicho. "Muchas veces no puedes ni andar. He ido a misa un domingo rodeada de flashes".
Su compañera de tertulia, Cristina Pardo, ha tratado de aportar otro punto de vista a la situación: "Yo no estoy de acuerdo con el acoso, pero hay que recordar que los periodistas que están en la calle no han elegido estar ahí, lo hacen unos jefes. Ellos son trabajadores". A lo que Tamara, tajante, ha respondido: "Pues que se dediquen a otra cosa". Finalmente, ha apuntillado: "Yo los tengo divididos en dos clases: los paparazzi y los de la alcachofa. Los primeros están lejos y ni los ves. Los segundos son los peores".