Mariló Montero, en el juicio por su topless en Bora Bora: "Me sentí violada dos veces"
Informalia
Arranca la segunda parte del juicio contra los paparazzis Diego Arrabal y Gustavo González por las fotografías de Mariló Montero en Bora Bora. La comunicadora tomaba el sol en topless cuando fue retratada. Las imágenes no llegaron a publicarse pero la ex de Carlos Herrera interpuso una demanda contra los reporteros por "revelación de secretos". La periodista ya ganó el procedimiento civil (que condenó a los fotógrafos a indemnizar a la comunicadora con 265.000 euros) y ahora se resuelve el penal, por el que solicita seis años de prisión para los fotoperiodistas. Tras una primera vista el pasado mes de julio, el proceso se ha retomado este martes en la Audiencia de Barcelona: "Me sentí violada", ha dicho Montero.
Fueron 82 fotografías que, según Montero, "pasaron de redacción en redacción, de mano en mano. Me las describieron con tanta precisión que fue realmente humillante", ha asegurado. La defensa de los acusados insiste en que dichas imágenes jamás fueron publicadas pero Mariló le resta importancia al detalle: "Con esas fotografías me violaron dos veces", ha asegurado la periodista, según ABC. "Era como si se hubiera mostrado en primera plana". Ha asegurado, además, que recibió amenazas constantes que la obligaron a "huir de mi país" y que tuvo que ir a Estados Unidos para "acabar con la persecución".
Tras esta primera sesión, el acusado Diego Arrabal se ha mostrado triste e indignado: "Hoy he vivido el momento más duro que puede vivir un fotoperiodista, un paparazzo. Hoy me he sentado en el banquillo de un procedimiento penal. ¿Sabéis que os digo? Si tengo que ir a prisión por ejercer mi trabajo, aquí estoy".
Siete años de lucha
A principios del año 2022, el Juzgado de Primera Instancia número 35 de Madrid condenó a la agencia de los citados fotógrafos, Código Press, a pagar 340.000 euros (265.000 para Mariló y 75.000 para la amiga que también aparece en las fotos) por captar estas imágenes, convirtiéndose entonces en la indemnización más alta en España por captar fotos sin permiso. Sin embargo, en agosto se revocó la condena por la existencia del procedimiento penal abierto en Barcelona contra los paparazzi, pues el juez consideró que hasta que no se resolviera este, no se podrían iniciar acciones civiles, es decir, fijar una indemnización.
Fue entonces cuando la periodista habló alto y claro sobre lo que había supuesto para ella este calvario judicial que todavía no ha llegado a su fin: "Todo lo que yo viví fue humillante, todavía hoy se me seca la boca y me dan ganas de llorar porque es muy humillante y esto es intolerable", dijo. "Han sido, además de dos años de constante persecución por parte de los paparazzi, han sido más de siete años de procedimiento judicial en el que ha habido que recordar multitud de momentos dolorosos, demostrarlos paso a paso".