Tamara Falcó evita nombrar la clínica de adelgazamiento donde se encuentra porque no está invitada
Sara Tejada
En su ultima aparición el pasado jueves en El Hormiguero, Tamara Falcó aseguró que estaba pasando unos días en una clínica macrobiótica junto con su marido Ínigo Onieva, una extraña terminología en la que tampoco daba el nombre del establecimiento. Esta actitud es inhabitual, ya que Tamara da pelos y señales del hotel o el lugar en el que se hospeda. Cuando la marquesa se puso a dieta severa para poder enfundarse el vestido de novia, se fue a la clínica Buchinger de Marbella, el sitio favorito de Mario Vargas Llosa desde hace 40 años, y en el que Tamara compartió estancia en su momento con su madre y el premio Nobel.
Pero Tamara, como dice en los dólares, además de creer en Dios, cree en el dinero y, si no le invitan a todo, no dice el nombre del lugar donde se ha internado. Esta vez da la impresion de que los responsables de Sha Wellness Clinic, donde está el matrimonio Onieva, uno de los mejores centros del mundo para cuidar la salud, ponerse en forma y alimentarse correctamente, no han invitado a la Masterchef y su marido, y la aristócrata ha tenido que rascarse el bolsillo en lugar de disfrutar gratis de su estancia. De ahí que la marquesa de Griñón hable de "clínica macrobiótica", cuando Sha es mucho más que un centro para hacer dieta sana.
El padre de Tamara sí iba por allí, igual que su madre
Situado en la bahía del Albir en la Comunidad Valenciana, con vistas al mar y unas instalaciones fabulosas por su modernidad funcional y elegancia, el Sha Wellnes es el favorito de celebridades de todo el mundo. Por allí han pasado Barbra Streisand y su marido, Naomi Campbell, Pia Miller (hermana de Marie Chantal), la actriz Olga Kurylenko, el chef Ferrán Adriá, Pedro Almodóvar o Javier Bardem y Penélope Cruz, que van a menudo.
Fue en Sha donde John Galliano recuperó salud y energía después de su polémica expulsión de la casa Dior. Hace años, el difunto padre de Tamara, Carlos Falcó, y su penúltima esposa, Fátima de la Cierva, iban a menudo a descansar a Sha; y casi toda la familia Preysler pasó por allí antes de que Isabel se viera obligada a acompañar a Vargas Llosa a la Buchinger de Marbella, donde el escritor fue durante años con su esposa Patricia Llosa, con quien ha vuelto a pasar varios días en la clínica marbellí.