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Ainhoa Arteta desata un terremoto de declaraciones contra su ex, Matías Urrea: "Un ser maligno"


    Informalia

    La soprano está de vuelta. Tras una durísima recuperación física y vocal que ha durado dos años largos, Ainhoa Arteta se reencuentra con su público en los escenarios y deja atrás una de las épocas más complicadas de su vida: su paso por el hospital por una infección de riñón que casi le cuesta la vida y la separación de su último marido, el cuarto.

    La cantante lírica ha hablado largo y tendido en Antena 3 de ambas cosas este martes. Eso sí, en términos bien distintos: de la primera ha sacado grandes lecciones de vida; de la segunda, solo un profundo arrepentimiento. "No me arrepiento de ninguno de los tres matrimonios que tuve, el cuarto no fue matrimonio, pero sí me arrepiento haber conocido a una persona tremendamente malvada y tremendamente maligna en mi vida. Pero bueno, no le echo la culpa a nadie. Lo elegí yo, pero me encantaría reescribir esa historia". La artista no ha querido dar nombres pero era más que evidente a quién se refería: "No quiero nombrarlo, pero si he estado ahí es porque debía aprender algo. Se aprende de los trompazos, no se aprende de las de las glorias y de los triunfos".

    Ainhoa y Matías Urrea, militar de profesión, contrajeron matrimonio en Cádiz en 2019 (más tarde se descubrió que jamás formalizaron los papeles). Dos años después, llegó el anuncio de la separación y una guerra mediática que alimentaron con cruces de acusaciones: se habló de chantaje, de imágenes comprometidas, de un préstamo sin devolver... "Le pedí un tiempo y ahí se torció todo", aseguró ella. "No fue una buena experiencia".

    "He aprendido que no morimos"

    Ainhoa tomó la decisión de romper con Urrea recién salida de un coma. Ingresó en el hospital por una infección de riñón que derivó en una septicemia. Una reacción a la penicilina le provocó un fallo multiorgánico que casi acaba con su vida: "Yo recuerdo ver al celador llorando y mi gente venir de negro a despedirse. Me dieron tres horas de vida". Afortunadamente, lo superó: "He aprendido que no morimos. Muere el cuerpo. Es verdad que el cuerpo es lo que a adopta a unos le llaman alma, otros le llaman conciencia, otros le llaman espíritu, cada uno es su religión, como le quiera llamar. Pero el cuerpo muere, que es lo que ha adopta nuestra energía para estar en esta en este estadio, pero no muere el alma".

    Las secuelas de aquella experiencia no fueron pocas: perdió tres falanges y quedó dañada una cuerda vocal. Ahora está recuperada por completo y dispuesta a seguir disfrutando de la vida: "Quiero con toda mi alma a mis hijos, a mi padre y mis amigas". Precisamente su hija mayor ha querido darle una sorpresa en YAS: "Te quiero muchísimo, mamá", ha dicho Sarah entre lágrimas. Ainhoa ha compartido una sorprendente anécdota: "Desperté del coma el mismo día que mi hija me mandó un mensaje al móvil en el que decía 'Mamá, no te mueras, no puedo vivir sin ti".

    Arteta ha aprovechado la conmovedora historia para meter otra pullita velada al que, en aquel momento, todavía era su 'marido': "Yo lo vi después, porque mi móvil estuvo secuestrado durante todo el tiempo que estuve en la UVI. Lo recuperé gracias a mis amigas".