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El último dardo de Isabel Preysler a Vargas Llosa: "Esa ruptura no me dolió nada"


Pilar Fernández

La madre de Tamara Falcó ha sido la flamante invitada de El Hormiguero este jueves para promocionar su documental navideño, que se ha estrenado en Netflix. Sin embargo, más allá de regalos, cotillones y villancicos, Isabel Preysler ha repasado otros aspectos de su vida y hasta ha aprovechado para lanzarle un dardo a Mario Vargas Llosa, con el que estuvo ocho años: "La última ruptura no me dolió nada".

La socialité ha asegurado que el mal de amores duele cada vez menos con la edad aunque a sus 72 años, tampoco cree que vaya a vivirlo de nuevo: "Veo difícil volver a enamorarme, y perdidamente imposible". Es la primera vez en su vida que está soltera y está feliz: "Disfruto mucho de mis momentos de soledad. Cuando estoy sola y todos se han ido a dormir aprovecho para hacer lo que no me han dejado durante el día, leer, por ejemplo, ver una serie, hacer mis listas, hablar con mis niños por la hora de Estados Unidos, escucho música, bailo... Como ya no me sacan a bailar, bailo sola, como una loca", ha contado. "Yo necesito esa soledad y no todas mis parejas lo han entendido".

La reina de corazones ha hablado largo y tendido sobre las relaciones: "No hay celos razonables, los hay más o menos light, pero todos terminan siendo malos". Y ha desvelado: "Tengo que admirar a la persona y lo que más admiro es la inteligencia, después el sentido del humor y luego la ternura, es indispensable. De lo último que no te puedes cansar en la vida es de la inteligencia". Sobre la independencia económica, ha comentado: "La libertad de una persona va ligada a la independencia económica. Se lo he dicho siempre a mis hijos, no depender nunca de tus parejas. Yo no lo era cuando me casé con Julio pero me prometí que jamás me volvería a pasar y así ha sido".

Isabel ha recordado emocionada a Miguel Boyer: "Yo siempre he sido una mujer fuerte pero cuando él enfermó fue muy duro. Había mañanas que yo no quería levantarme de la cama. Nuestra vida cambió 180 grados en unos segundos, que la persona que te acompaña cambie así es tremendo para todos. Estuvo dos meses en la UCI y luego dos años y ocho meses en total enfermo, fue el centro de la familia, le cuidamos mucho, pero era muy duro ver cómo había cambiado ese hombre brillante que había sido". Y ha asegurado: "Miguel era el ministro serio y estricto fuera de casa, pero con mis niñas era muy amoroso, cariñoso, con sentido del humor, le gustaba celebrarlo todo. No daban un duro por nuestra relación y estuvimos 26 años juntos".