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Rafael Amargo habla desde la cárcel: "Hay libre maltrato hacia mí y hacia mi familia"
- El bailaor ha asegurado que el tiempo dirá que es inocente
- Amargo ingresó en prisión provisional el pasado tres de noviembre
Informalia
Rafael Amargo habla desde la cárcel. La Audiencia Provincial de Madrid ordenó el pasado tres de noviembre el ingreso en prisión provisional del bailaor por quebrantamiento de medidas cautelares y riesgo de fuga, en relación al juicio del próximo mes de abril por presunta venta de droga en su anterior piso del barrio de Malasaña (Madrid). Este domingo, según el programa Fiesta, Amargo se ha puesto en contacto con ellos a través de una carta, donde relata cómo está viviendo estos duros momentos desde prisión.
"Estoy cansado de decir que soy inocente, pero ya el tiempo lo dirá. Sé que la justicia me dará la razón. En estos tres años, me dediqué a hacer un máster de Salud Mental. Me reinventé con mucho sudor, valor y resiliencia. Mi padres están muy contentos aunque están sufriendo mucho con esta lucha porque la justicia lenta es la mayor injusticia que existe", ha manifestado Amargo al citado programa.
Asimismo, el bailaor ha continuado su relato retransmitiendo cómo se encuentra desde prisión. "Sé que hay muchas víctimas de injusticia por lo que estoy viviendo en prisión. Hay libre maltrato hacia mi, hacia mi familia y hacia mi carrera. Y hacia no haber querido posar como un león de circo. Ya lo dijo Rocío Jurado: 'Yo soy una artista, no un chisme'. Así que nada de exclusivas, ni cosas de esas como dicen. Lo dicho queda en estas palabras.", ha concluido Amargo a través del escrito.
Amargo será juzgado en abril junto a su productor teatral y un socio, Juan Eduardo S.B., por la presunta venta de estupefacientes en el barrio de Malasaña, hechos por los que la fiscal solicita una pena de 9 años de cárcel por un presunto delito contra la salud pública. Al artista le investiga además el juez de Instrucción número 27 de Madrid por un delito de tráfico de drogas y atentado a la autoridad, a raíz de una denuncia interpuesta el pasado julio por sus vecinos en relación a la presunta venta de droga en su piso de la calle Espíritu Santo de la capital. Tras su ingreso en prisión provisional por riesgo de fuga al no cumplir ciertas medidas cautelares, la salud de su padre, Florentino, se vio agravada e ingresó el pasado tres de noviembre en las urgencias de un hospital.