La sorprendente reaparición de Cándido Conde Pumpido tras ser acusado de agresión sexual: "Soy repartidor de Glovo"
Informalia
Tensa semana para Cándido Conde-Pumpido. Tras ser acusado de haber violado a una mujer el pasado viernes en su domicilio, el ex de Lara Dibildos pasó el fin de semana en el calabozo y fue puesto en libertad provisional el domingo. La presión le pasó factura al abogado, ya que este miércoles ingresó en la planta de psiquiatría de un hospital madrileño. Este jueves por la noche, después de unos días ingresado, el hijo del presidente del Tribunal Constitucional reapareció vestido de repartidor de comida rápida para evitar las preguntas de la prensa sobre su estado de salud.
"Soy repartidor de Glovo", manifestó a los medios mientras llevaba un casco de moto que ocultaba su cara. Minutos después de acceder a la vivienda, Cándido Conde-Pumpido solicitó a los periodistas que respetaran la intimidad de su casa.
Asimismo, aclaró que pasó por Urgencias por una crisis de ansiedad. "Una situación de estas genera bastante tensión", explicó. Sin embargo, lejos de profundizar sobre su vida privada, el abogado no contestó a las preguntas pertinentes sobre la presunta agresión sexual o sobre si pudo hablar con Lara Dibildos. "No hago declaración, no hablo de mi vida privada, ni de esto ni de nada. La vida privada es privada", sentenció.
La presunta víctima afirmó que conoció al abogado días después de su ruptura con la hija de Laura Valenzuela y que estaban iniciando una relación: "Estaba triste, no comía y mezclaba medicamentos con muchas drogas: alcohol, cocaína, ketamina... En su casa me ofreció para tener sexo con sus amigos y yo me negué, me fui a su habitación y allí me forzó", declaró este miércoles para Código 10.
La versión del abogado, defendido por el letrado Ricardo Álvarez-Ossorio, es bien distinta: "Ella no quería marcharse de la casa, bebía vino, paseaba por allí como un moscardón... Mi cliente, harto, le pidió que se marchara y ella tuvo un brote violento", explicó.