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La perra de Terelu alegró los últimos meses de vida de María Teresa Campos: "Era su perrhija"


    Informalia

    Carmen Borrego, Terelu Campos, los nietos de María Teresa y Gustavo El Chófer fueron las personas que nunca soltaron de la mano a la periodista malagueña durante sus últimos meses de vida. Desde los últimos años, también fue muy importante para la veterana comunicadora Lula, la perrita de Terelu.

    Lula vivía con Terelu pero se mudó con María Teresa cuando la colaboradora vendió su ático de Pozuelo de Alarcón en 2020: "Le pedí a mi madre que se la quedara unos días. Nunca olvidaré la cara de felicidad de mi madre e intuí que no iba a ser fácil arrebatársela después", escribe Terelu en su blog de Lecturas este miércoles.

    "Esos días se convirtieron en años y Lula empezó a formar parte del día a día de mi madre", añade. Desde entonces, fueron inseparables: "Mi madre la ha tratado como una 'perrhija' y Lula se convirtió en la perra más mimada del mundo". 

    Todo el cariño que María Teresa le dio a la perrita le fue devuelto después, en el momento más duro de su vida: "Cuando a mi madre se le empezó a desarrollar su enfermedad, Lula ha sido de las pocas cosas que le han dado felicidad. Lula siempre iba acostada sobre sus pies cuando iba en el coche. En casa siempre estaba en sus brazos, Lula se levantaba y se acostaba a la hora que lo hacía mi madre y dormían juntas en la cama".

    El estado de salud de María Teresa comenzó a empeorar un año antes de su muerte por el deterioro cognitivo que sufría. Tras el fallecimiento de la comunicadora el pasado 5 de septiembre, la perrita ha vuelto de nuevo con Terelu: "Desgraciadamente, por lo que significa que esté otra vez aquí. Ha vuelto porque mi madre ya no está. He sentido como Lula ha sufrido su pérdida. Lula está mejor, pero sigue triste. Me está costando sacarla adelante para que vuelva a ser la perra feliz que era". 

    En este sentido, la madre de Alejandra Rubio ha desvelado: "En uno de los brazos del sofá del salón tengo un pañuelo de mi madre, que huele a ella, y que era el lugar donde siempre se sentaba y acariciaba a su perra. De alguna manera, quiero que Lula sienta que ella sigue cerca".