La tajante respuesta de Ana Obregón a todos sus detractores: "No hay crítica que duela más que enterrar un hijo"
Pilar Fernández
Vestida de blanco y con el corazón abierto de par en par. Así se ha presentado Ana Obregón este jueves en el programa de Joaquín, El Novato, donde ha recordado la muerte de su hijo Aless y el nacimiento de su nieta Anita. No es un relato nuevo (de hecho, 24 horas antes se lo contó a Carlos Sobera en Telecinco) pero sí ha añadido algunos detalles inéditos. Eso sí, hay algo que no cambia: insiste en que fue su hijo quien se lo pidió dos semanas antes de fallecer y se ha mostrado tajante con las críticas recibidas en los últimos meses: "No hay ninguna crítica que me duela más que enterrar a mi hijo".
"Anita fue deseada por mi hijo dos semanas antes de que nos dejara. Fue su último deseo, casi ya no podía ni escribir y pidió un papel para escribir el testamento hológrafo pidiéndonos a su padre y a mí que trajéramos un hijo suyo al mundo. Literalmente", ha contado. "Nunca dudé sobre si hacerlo o no porque tenía dos opciones: quitarme la vida o cumplir su deseo". Y es que solo dos horas después de que Aless falleciera, ella quiso marcharse con él: "La última vez que vi a mi hijo, cuando se lo llevaron ya muerto, es una imagen que me ha perseguido hasta que llegó Anita. No podía aguantar el dolor y me encerré en una habitación del séptimo piso, salí al balcón... No tenía miedo, solo quería irme con él, alcé la pierna y justo llamaron a la puerta. Era Alessandro. Él no lo sabía, pero me estaba salvando la vida y me dijo: 'Ana acuérdate de lo que nos ha pedido Aless'. ¿Y cómo no lo vas a cumplir?".
Obregón reconoce que ha pasado el duelo de su hijo sin ayuda profesional y que ha sido un verdadero infierno: "Lo he pasado sin anestesia pero no he tomado ninguna decisión a la ligera. Anita no es un capricho", asegura tajante. "Está escrito por mi hijo y ante Notario: Es mi última voluntad ser padre aunque no esté, acordaos de la muestra que hay en Estados Unidos".
Ana ha defendido el proceso de gestación subrogada, un método que no es legal en España: "Fue en Estados Unidos porque allí es legal y todo se hace desde la libertad de la mujer que quiere hacerlo. Yo respeto los que no estén de acuerdo pero también tienen que respetar el derecho de una madre a cumplir el último deseo de su hijo". Y apunta: "La llegada de Anita me ha cambiado la vida, pero yo sigo llorando cada día. La habitación de mi hijo sigue igual que cuando se fue, ni si quiera he deshecho su última maleta, no puedo".
La otra versión de la historia
El relato de Ana Obregón es absolutamente desgarrador. Sin embargo, hay puntos en los que no coincide con la versión de la historia que defiende el entorno de Alessandro Lequio. "Ana basa su justificación en una gran mentira", nos dicen sin reservas. "Aless nunca pidió ser padre después de muerto. Ese supuesto deseo está en la cabeza de ella y nada más", añaden. "No existe ningún documento que sostenga el relato de Ana y el padre de Aless, Alessandro Lequio, y la que fuera novia del hijo de la actriz lo saben", explican.
Esa sería la verdadera razón por la que Alessandro Lequio se mantiene al margen del asunto y ni si quiera conoce a la niña. "Supongo que cada uno lleva su duelo como puede y hay que respetarlo. También él tiene otra familia...", dice Ana cuando Joaquín le pregunta por ello. "Me entristece que no la conozca todavía, es su nieta. Sabe que tiene las puertas de mi casa abiertas. Yo creo que está deseándolo pero está esperando que baje la atención mediática. Algún día la conocerá, estoy segura".