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Bésame tonto: ultimas tardes con Rubiales, o el patético fin del hortera que se creía indestructible
Sara Tejada
Él nos llamo "tontos del culo" a todos. Pero hay que ser tonto para perder el control hasta el punto de tocarse los genitales en un palco a pocos metros de la reina Letizia, ante las cámaras de centenares de millones de personas y en representación de un país, o del fútbol de un país. Más de uno pensó: "¿Qué se ha tomado éste?".
Rubiales ha puesto de acuerdo a la derecha y a la izquierda, a Yolanda Díaz y a Cuca Gamarra. Le reprendieron además de la vicepresidenta, varios ministros, la oposición, el mundo entero, los sindicatos, la jugadora a la que besó, la FIFA, Ancelotti, Cerezo, Ángel Torres… Pero hasta este jueves (4 días después del pico), el tío resistió. Con dos bemoles.
Hay que tener cuajo para creer, en esas circunstancias, siendo culpable flagrante de semejantes actos, que podría seguir representando al fútbol español, dentro y fuera de nuestras fronteras. Luis Rubiales es más vulgar que el tocino rancio, más hortera que sacarse el cerumen de las orejas con la uña larga del dedo meñique, pero hay que reconocer que es duro de pelar, o que los 700.000 euros de sueldo se le agarraran. ¿Cómo es posible que haya resistido casi una semana semejante nivel de presión?
La respuesta es simple: él cree que no ha hecho nada malo y que su gestión, a tenor de los resultados, es brillante. Es decir, es tan rematadamente machista que no parece consciente de lo que hizo.
Solo después de verse completamente solo, y de comprender que si no se iba le echaban, decidió rendirse. La dimisión es menos deshonrosa que la destitución. No tenía más opciones desde el mismo momento en que besó a Jenni Hermoso tras la final del Mundial pero sobre todo después de la desastrosa gestión de la crisis. Nada ni nadie pudo con él tras escándalos anteriores como las comisiones con Piqué por la Supercopa en Arabia Saudí o las fiestas con mujeres en Salobreña pagadas con dinero federativo, o el viaje a Nueva York con una mexicana disfrazado de trabajo para que pagara la Federación.
Rubiales se va tras quedarse solo, frente al Gobierno y la oposición, con el fútbol descalificándole, expedientado por la FIFA, y reprendido por su víctima.
El canario (nació en Las Palmas) llegó a la presidencia de la Federación el 17 de mayo de 2018, un año después de la detención de Ángel María Villar, que estuvo 29 años de presidente. Rubiales, ex futbolista y abogado, dijo que con él llegarían al futbol la modernización y la transparencia, pero nada más aterrizar desató la polémica al fulminar al seleccionador Julen Lopetegui, en la concentración del Mundial de Rusia, por haber alcanzado un acuerdo con el Real Madrid. El Mundial fue un desastre pero hasta donde sabemos no besó a ningún jugador, si bien algún tiempo después tuvo, digámoslo así, una aventura con Piqué. Nada que pudiera enfadar por entonces a Shakira.
Tensión con las 18 futbolistas rebeldes (incluida Jenni)
Es cierto que con él la Federación ingresó mucho más en parte gracias a la explotación de la Copa y la Supercopa. Pero siempre arrastró unas polémicas de gran calado. Las tensiones con LaLiga y Javier Tebas, el acuerdo con Arabia, el regreso de Luis Enrique al banquillo o la tensión con las 18 futbolistas 'rebeldes' (entre las que estaba Jenni Hermoso) marcaron su mandato. Pero sobrevivió porque el fútbol le protegió y las Federaciones territoriales crecían a la par que recibían 100.000 euros anuales para su modernización y los clubes modestos agradecían su apoyo.
Es justo reconocer que con Rubiales hemos ganado la Nations League (con el equipo de Luis de la Fuente en junio) y el Mundial femenino, que siempre recordará con sabor agridulce.
Por encima de los innumerables enemigos que se ha ido granjeando, Jenni Hermoso y la FIFA son quienes le han puesto la puntilla. La jugadora a la que besó sin consentimiento rompió este miércoles su silencio a través de un comunicado de su sindicato FUTPRO, y pidió "medidas ejemplares", contra su presidente. Una gestora manejará hasta 2024 la RFEF y después tal vez Iker Casillas se presente como candidato.