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Albert Rivera se despide de su padre a corazón abierto: "Me derrumbé sobre su ataúd antes de incinerarle"


    Pilar Fernández

    El que fuera líder de Ciudadanos está viviendo los días más difíciles de su vida tras la repentina muerte de su padre, Agustín. Albert Rivera se encontraba de vacaciones en Londres cuando recibió la llamada de su madre comunicándole la terrible noticia y regresó rápidamente para despedirse del que ha sido su gran referente. Este martes, el ex de Malú se ha despedido con un emotivo mensaje: "La vida es maravillosa, hay que disfrutarla cada minuto. Eso creía mi padre y así me lo inculcó siempre. Pero la vida a veces duele, mucho, muchísimo... Y este domingo a mí me cambió para siempre al recibir esa llamada de mi madre que nunca estás preparado para recibir".

    Rivera explica cómo se sintió tras recibir el golpe: "Rabia, incredulidad e impotencia fue lo único que pude sentir en esos primeros instantes, y la sensación de que la vida de la que hablabas en realidad era profundamente injusta y cruel. Hoy, dos días después, después de despedirnos físicamente, de incluso derrumbarme en tu ataúd antes de incinerarte, con la sensación de que al irte me estaban arrancando parte del corazón sin anestesia, empiezo a ver las cosas de otra manera. Empieza a cobrar sentido tu legado de valores, instantes y aprendizajes de estas décadas".

    El abogado ha recordado cómo era la relación con su padre: "Echaré de menos esa manera incondicional de quererme, con pocos 'te quieros' pero con ese derroche de amor en tus acciones cada día de mi vida. Nos conocíamos tanto, éramos tan parecidos en algunas cosas, que sin hablar durante días éramos capaces de comunicarnos, nos intuíamos como nadie. Éramos un gran tándem". Además, se ha mostrado agradecido por todo el tiempo compartido: "Soy afortunado, porque de todas tus facetas de la vida he disfrutado en exclusiva de tu mejor versión, la de padre. Me enseñaste a crecer en la libertad y en la responsabilidad (que son dos caras de la misma moneda). Siempre tratabas de que acertara, pero también me dejabas equivocarme para que aprendiera a levantarme".

    Rivera afronta ahora una nueva vida sin su padre: "Eres irremplazable para mi, papá. Así que tengo que llevarte conmigo, me acompañarás en mis decisiones, y estarás presente en los valores que le inculque a mis hijas. Te has ido de nuestro lado, me faltas, me muero de dolor al pensarlo. Pero te prometo que desde hoy voy a llenar ese vacío con tu esencia y tu legado. Y cuidaré de mamá, tu compañera de viaje desde hace más de cincuenta años". Y finaliza: "Vamos a vivir tu muerte como nos pediste: celebrando la vida. Como decía Gabriel García Márquez: 'No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió'. Es cierto que se terminó, pero sucedió, 'sucediste'. Buen viaje, papá. Te amo".