El cuento perfecto de Anna Castillo y Álvaro Mel: su amor de verano en la vida real

Los actores, que protagonizan el gran hit del verano en Netflix, son pareja en la vida real. La química entre Anna Castillo y Álvaro Mel ha traspasado la pantalla y ya se pasean por el centro de Madrid entre arrumacos. A sus 29 y 26 años respectivamente, no se esconden ni tienen por qué, aunque su noviazgo ha puesto patas arriba las redes sociales: "¿Como que están juntos? Me quedo loquísima".

El motivo no es otro que la última pareja de Anna del Castillo: la fotógrafa Lara Blanco. Pregonaron su amor a los cuatro vientos y posaron orgullosas en estrenos y fiestas de postín: "Yo soy bisexual y mi bisexualidad la descubrí ya de mayor. Entonces, por ejemplo, no sé cómo es crecer siendo del colectivo LGTBI y no es una causa que pueda abanderar, no me corresponde. Pero en todo lo que tenga que ver con visibilizar y normalizar, me comprometo plenamente", dijo la actriz en una ocasión.

Tras cinco años juntas, pusieron fin a su relación el pasado mes de enero. A muchos les ha sorprendido que la protagonista de La llamada salga ahora con un hombre pero Anna, declarada bisexual, es una enamorada del amor y no entiende de géneros: "Le doy mucha importancia a las relaciones sentimentales. Siempre he tenido pareja, es uno de los de los grandes motores de mi vida, donde pongo mucho foco, mucha felicidad y mucha inseguridad", dijo hace unos meses.

Por su parte, Álvaro Mel ha tenido dos relaciones importantes: con la influencer Lucía Leguina (de 2016 a 2017) y con la instagramer Raquel Yañez, más conocida en las redes como Raquel Reitx, con la que acabó en 2019. Después, la discreción por bandera.

De la ficción a la realidad

Anna y Álvaro protagonizan uno de los éxitos del verano en la plataforma de pago Netflix. Se trata de la miniserie Un cuento perfecto, una novela adaptada de Elisabeth Benavent que narra la historia de amor entre una joven privilegiada y un camarero de clase media que deciden huir de los problemas y disfrutar de la vida en la idílica isla griega de Santorini.

Lo que unió Grecia no ha podido separarlo Madrid. Según la revista Hola, pasean acaramelados por la capital. Eso sí, tendremos que esperar para ver si lo suyo es un amor de verano o consiguen consolidar la relación cuando retomen sus respectivas y complicadas agendas profesionales.