La tragedia de Marta Chávarri, víctima y protagonista del escándalo sexual que hizo temblar al Ibex
Martín Alegre
Este viernes nos hemos encontrado con la terrible noticia de la muerte de Marta Chávarri a sus 62 años. La madre de Álvaro Falcó ha sido hallada sin vida en su domicilio de Madrid, tal y como ha avanzado la revista Pronto y hemos podido confirmar desde Informalia en fuentes familiares.
Alrededor de las cinco de la madrugada la asistenta del hogar se encontraba el cuerpo de la que fuera esposa del Fernando Falcó, padre de su único hijo, y llamaba a la hermana de Marta y a los equipos médicos para que acudieran al domicilio.
La historia de Marta Chávarri es la de una mujer de una belleza arrolladora que sin embargo no tuvo suerte en el amor; pero también representó para su desgracia el icono de una época, entre finales de los años 80 y los 90, cuando protagonizó uno de esos escándalos que trascendió la crónica social y fue carne no solo de portadas de revistas del corazón o de Interviú sino que inundó medios económicos y todos los periódicos: jet set, aristocracia, batallas financieras, chantajes, infidelidad y unas imágenes escabrosas se mezclaron para construir en torno a la guapísima Marta Chávarri lo que para ella fue una película de terror de la que nunca logró recobrarse. Para las generaciones más jóvenes la fallecida era la madre de Álvaro Falcó, la nuera de Isabelle Junot, quienes acababan de darle una de las alegrías de su vida al hacerla abuela. Pero para entender la figura de Marta Chávarri hay que viajar varias décadas hacia el pasado.
El escándalo de las fotos sin ropa interior
Faltaba muy poco para el día de los enamorados de 1989 cuando el entonces director general de la ONCE, Miguel Durán, recibió una llamada en su despacho de la madrileña calle Prado, a un paso del Congreso de los Diputados y el Hotel Palace. Al otro lado del teléfono escuchó la voz de Alberto Cortina: "Tengo que verte", le dijo. Iba a contarle lo de las fotos de su novia, Marta Chávarri, que entonces era aún marquesa de Cubas, porque estaba casada aún con Fernando Falcó. Ya estaban hechas las fotos de Interviú que mostraban el vello púbico de Marta Chávarri sentada en una discoteca, sin ropa interior, pero aún podía pararse su publicación.
El empresario y todavía marido de Alicia Koplowitz no tardó en llegar a la sede de la Organización Nacional de Ciegos de España porque salía del Palace, donde había desayunado con el editor de la revista Interviú y presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio.
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Lo cuenta así el que fuera responsable de la ONCE en su libro editado por Península y titulado Lo que hay que ver, "la biografía del ciego que más ha mandado en España", escrito con Esther Jaén.
"Yo no le vi las lágrimas (a Cortina), pero su tono de voz indicaba que, o bien se le estaban cayendo, o bien estaba muy acongojado, además de cabreado. Los Albertos, los dos, estaban pasando una crisis en sus matrimonios con las Koplowitz, o, mejor dicho, se sabía que tenían nuevas parejas y que estaban al filo del divorcio", dice el abogado invidente más poderoso que jamás ha visto este país, como le define la coautora de la obra.
Alberto Cortina se encontró en aquel desayuno del Palace con el entonces presidente del Grupo Z, que le explicó que tenía unas fotos y que le quería pedir un favor a cambio de no publicarlas. "Después supe que las fotos de las que hablaba eran aquellas famosas instantáneas en las que se veía el pubis de Marta Chávarri, y el favor era que los Albertos abandonasen la operación de asalto y la fusión del Banesto y del Banco Central.
Aquella fusión estaba promovida por Alberto Cortina y Alberto Alcocer, maridos de las multimillonarias y muy poderosas hermanas Koplowitz y en trámites de separación. Los primos habían mostrado a la ONCE, que acababa de hacerse banquera al adquirir el 1% del banco Bilbao Vizcaya (BBV), su interés por que organización de ayuda a los invidentes entrara también en el accionariado del nuevo banco, y Durán había aceptado.
Lo nunca visto de Marta Chávarri
Interviú publicó, el lunes 13 de febrero de 1989, víspera del Día de los Enamorados, las imágenes de Marta Chávarri sentada con un cigarrillo y una copa en la mano. Un flash de gran potencia descubrió que aquel día llevaba puestas las medias transparentes, pero no las bragas. El titular, "Lo nunca visto de Marta Chávarri", iba acompañado de un antetítulo: "Las sorprendentes fotos de la mujer de moda en España". Marta Chávarri era la mujer de Fernando Falcó, marqués de Cubas, y novia del marido de Alicia Koplowitz. Todo el mundo que quiso verlas menos Miguel Durán vio aquellas imágenes.
"Putadón catedralicio"
Durán sin embargo había sabido de su existencia mucho antes de su publicación. Volvemos al relato del abogado: "Le dije a Alberto Cortina: '¿Pero tú has visto las fotos?'. Y no recuerdo si me dijo exactamente si las había visto o no, pero me respondió que todo aquello era horrible. Después le di un consejo: 'De verdad, macho, tienes dinero a espuertas, estás metido en un verdadero avispero, y esto es un putadón catedralicio. ¿No te va a dar pena que machaquen a tu chica con la que estás construyendo una pareja? ¿Tan importante es la presidencia del banco? Por supuesto, por nosotros (en alusión a la ONCE) no peleéis, porque no tenéis ningún tipo de compromiso. Mi consejo es que mandes un mensaje, que antes te asesores bien jurídicamente y que, si tú le haces el favor a Antonio Asensio y él no cumple su palabra, lo fundas", relata el ex empresario y abogado pacense, que el pasado 2 de julio cumplió 68 años. "Detrás de esto está Javier (de la Rosa), y seguro que también Mario (Conde)", le dijo Alberto Cortina a Durán, según sostiene el ex director general de la ONCE.
Miguel Durán ya tenía el permiso del Gobierno de Felipe González para entrar en el accionariado de un nuevo banco que saldría de la fusión de Banesto y el Banco Central. Los Albertos, asociados con otros inversores, como la ONCE de Durán, querían asaltar Banesto a través de Cartera Central. Pero si continuaban en su empeño, se publicarían las fotografías. Y salieron.
"Creo que aquella fue la única vez en mi vida que aconsejé ceder ante un chantaje, a una presión tan indigna. No sé si tenían un compromiso muy fuerte o no con Miguel Boyer", dice Durán.
Tras su salida del Gobierno, donde había sido ministro de Economía y Hacienda, el marido de Isabel Preysler (ex de Carlos Falcó) y después padre de Ana Boyer, desempeñó cargos directivos en distintas empresas, presidente del Banco Exterior de España en 1985, presidente de Cartera Central y vicepresidente de FCC Construcción del Grupo de Fomento y Construcciones y Contratas. "Mi consejo a Cortina, de todos modos, fue que desistiera", recuerda Miguel Durán, que asegura desconocer qué otros movimientos pudieron hacer Cortina y sus aliados hasta que se publicaron las dichosas fotos de Marta Chávarri y su entrepierna, que se convirtió muy a su pesar en la más famosa de España, incluso por encima de la de María José Cantudo en La trastienda (Jorge Grau, 1975), la primera película española con un desnudo integral. Tras las fotos del pubis de Marta Chávarri quedó descartada tácitamente la fusión de Banesto y Banco Central.
34 millones
La Audiencia Provincial y más tarde el Tribunal Supremo condenaron años después a la revista Interviú a pagar una indemnización de 34 millones de pesetas (unos 200.000 euros) a Marta Chávarri por publicar las fotos de su pubis, tomadas en la discoteca madrileña. En aquel entonces fue la cantidad más alta de las establecidas hasta la fecha por los tribunales españoles en una demanda para proteger el derecho al Honor, a la Intimidad y a la Propia Imagen.
La sentencia contra el semanario fue fijada inicialmente por el juzgado de primera instancia número 21 de Barcelona y confirmada más tarde por la Audiencia Provincial. El Grupo Zeta, propietario de la publicación, perdió después un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
"Marquesa sin bragas"
Las fotos de ella sin ropa interior, en la que se apreciaba parte de su vello púbico, costaron seis millones de las antiguas pesetas. Las imágenes fueron publicadas en el extranjero e inundaron las portadas de importantes publicaciones como Newsweek, The Sun o Time. Los titulares fueron del tipo: "Marquesa sin bragas puede hacer peligrar una fusión de 30.000 millones".
Algunos sostienen que Marta fue utilizada para hacer daño a Alberto Cortina. La jugarreta le costó a Chávarri una fuerte depresión. No pudo soportar la presión mediática a la que fue sometida. Aun así, Cortina y Chávarri se casaron en 1991. El matrimonio duró cuatro años
Éxito de ventas
Interviú obtuvo con esas fotografías uno de sus mayores éxitos de venta. La publicación del reportaje constituyó una de las puntas del escándalo que se desató cuando otras fotografías anteriores (publicadas en Diez Minutos) destaparon la existencia de una relación personal entre Marta Chávarri y Alberto Cortina al fotografiarles juntos en Viena tras viajar a Austria en secreto y en un avión privado. Esto hizo saltar por los aires el matrimonio del empresario con Alicia Koplowitz, una de las dueñas de la empresa Construcciones y Contratas, y provocó una crisis en el citado grupo y una reacción en cadena que hizo tambalearse el sistema financiero. El divorcio duró un año y aunque Alicia y Alberto Cortina se habían casado en separación de bienes, la batalla fue encarnizada. Alberto Cortina se quedó con más de 5.000 millones de las antiguas pesetas pero su mujer retuvo su parte (la mitad) de Construcciones y contratas. Alicia Koplowitz no ha vuelto a casarse.
El escándalo acabó con 20 años de matrimonio entre Cortina y Alicia Koplowitz. Acabó con el papel de Los Albertos (los primos Cortina y Alcocer) en la constructora familiar e hizo saltar por los aires la fusión entre el Banco Central de Alfonso Escámez y el Banesto del recién llegado Mario Conde. Miguel Durán (entre otros) asegura, como contábamos arriba, que el incidente de las fotos fue una maniobra de Mario Conde para apartar a los primos, principales accionistas del Central, de sus planes como banquero. El gallego nunca ha admitido tal cosa.
Esther Koplowitz también se separó de Alberto Alcocer que, desde hacía tiempo, mantenía una relación sentimental con Margarita Hernández, ex secretaria del empresario catalán y hombre fuerte de KIO en España, Javier de la Rosa. Con él, los Albertos habían pactado la creación de Cartera Central.
Luego Esther se casó con Fernando Falcó, ex marido de Marta Chávarri fallecido en octubre de 2020 a los 81 años. La protagonista de esta historia, fallecida este viernes, vivía en su piso del madrileño barrio de Salamanca. Tras el fallecimiento del aristócrata rompió su silencio y contó en Informalia que estaba apenada por la muerte del padre de Álvaro Falcó Chávarri, su único hijo: "Estoy triste por lo de Fernando, pero estoy bien", nos dijo.
"Estoy bien", alcanzó a respondernos con voz entrecortada. En su conversación con nosotros reconoció que para ella fue un palo la muerte del aristócrata con el que compartió siete años de matrimonio.
A sus 62 años (cumplía 63 el 1 de agosto), la nieta del Marqués de Santo Floro fue la gran ausente entre quienes dieron su último adiós al hombre que la enamoró antes que el empresario Alberto Cortina le robara el corazón.
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Marta y Fernando estuvieron casados entre 1982 y 1989, hasta que se hizo pública la relación que la sobrina de Natalia Figueroa y Raphael tenía con el empresario Alberto Cortina, entonces casado con Alicia Koplowitz. Marta, 22 años más joven que Falcó, acabó casándose con el empresario Alberto Cortina, y Fernando se casaría en 2003 con la hermana de Alicia, Esther Koplowitz, convirtiéndose en cuñado de la ex mujer del amante de la que fuera su esposa.
Marta, icono de la prensa rosa en los años 90, era hija del diplomático Tomás Chávarri y de Matilde Figueroa, hija del Marqués de Santo Floro y por lo tanto hermana de Natalia, la mujer Raphael. Con ellos pasaba Marta temporadas en Miami estando aún casada con Cortina, quien, según se contaba, la tenía muy controlada, temeroso de que su esposa le fuera infiel, como lo había sido con él, mientras estaba casada con Fernando Falcó.
Marta vivió de niña y adolescente en Estados Unidos y Suiza, debido a la condición de diplomático de su padre. Y cuando Tomás Chávarri estuvo destinado como embajador en Arabia Saudí, Marta y sus hermanas Isabel y María (divorciada de Fernando Fitz James Stuart Soto, ex de Isabel Sartorius con quien tuvo a su hija Mencía), visitaban a su padre en la capital saudí. Tomás Chávarri manifestó en privado en alguna ocasión su malestar porque la prensa saudí presentaba a Manuel Prado y Colón de Carvajal como "embajador del rey Juan Carlos", cuando en realidad el financiero descendiente del descubridor era solo quien manejaba las finanzas del Monarca y hasta fue considerado su testaferro. Pero Tomás Chávarri era el titular de la legación española allí.
La joven Chávarri no se instaló en Madrid hasta los 17 años, pero pronto se convirtió en asidua de las fiestas más elitistas de la capital. Su rotunda belleza rubia le permitía ligarse casi a quien ella quisiera y, cuando la famosa movida madrileña comenzaba, a principios de 1981, ya vivió Marta una bronca estratosférica con su amiga Beba Fernández de Longoria por un hombre.
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Marta, que se había sacado el carné de conducir durante su estancia en Estados Unidos, acudió a Fernando Falcó, a la sazón, presidente del RACE, para que le ayudara a convalidar el permiso. El noviazgo, dado a conocer en televisión, durante un programa de Mercedes Milá, pronto se convirtió en matrimonio. El enlace de Chávarri con Falcó la llevó a competir en las portadas de la época con la mismísima Isabel Preysler, su cuñada por aquella época, puesto que la madre de Tamara estaba casada con el marqués de Griñón.
Marta y la ex de Julio Iglesias nunca se llevaron nada bien. De hecho, cuando la filipina dejó a Carlos Falcó por el por Ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, le lanzó unos dardos que hicieron temblar a los cronistas sociales. En 1982, cuando Marta y Fernando se casaron, ella tenía 22 años y el marqués ya era un atractivo cuarentón, con menos ganas de marcha y de noche. El marqués de Cubas quería más casa y tranquilidad, y la sobrina del marqués de Santo Floro no se cansaba de salir a bailar y a pasarlo bien en un Madrid que era una verdadera Escuela de calor...
En 1983, cuando tenía más o menos la edad que tiene hoy Ana Soria, la actual novia de Enrique Ponce, Marta se quedó embarazada de su hijo Álvaro, flamante Marqués de Cubas tras la muerte de su padre, una vez se formalice el cambio de titularidad. El matrimonio de Marta y Falcó duró 7 años. Su separación dio lugar al mayor escándalo financiero y social de la época, como recordábamos más arriba. Marta gustaba a todos los hombres del entorno en el que se movía con su marido pero quien consiguió seducirla fue Alberto Cortina, entonces casado felizmente con Alicia Koplowitz. Un día, Alicia llamó a su amigo Fernando Cubas y le dijo: "Tu mujer está acostándose con mi marido". Una frase devastadora que puso en marcha el final de los dos matrimonios. Descanse en paz Marta Chávarri.