Tamara Falcó, al borde del colapso y un ataque de estrés por su boda con Onieva: "O baja el ritmo o peta"
Informalia
El día de la boda es uno de los más importantes en la vida de los novios y las novias que dan el paso unir sus vidas por lo civil o por la Iglesia, como es el caso de la fiel devota Tamara Falcó. En su caso, que es una mujer con dinero y fama, le preocupa doblemente que todo salga a la perfección y que nada se le escape de las manos.
No obstante, más allá del vestido hay muchos flecos que cerrar de cara a una boda. En su caso se suma también la exposición mediática, la que ella misma alimenta con sus exclusivas pasadas por caja y sus intervenciones en televisión. No obstante, se siente abrumada en ocasiones. "Está soportando mucha presión en los últimos meses", asegura su entorno en la revista Semana. No se puede tener todo, Tamy...
Así las cosas, aseguran que la hija del desaparecido Carlos Falcó está al borde del colapso: "Todo esto viene acompañado de exposición pública y de la presión mediática. Tamara lleva mucho tiempo aguantando mucha tensión y cualquier día le va a dar algo (...) Se le han juntado muchas cosas".
Aunque manos a su alrededor no le faltan, el estrés es continuo: "Ella tiene mucha ayuda para preparar la boda, pero es la presión de todo. También tiene compromisos publicitarios como el otro día en Ibiza, al que tuvo que acudir el día siguiente de volver de Nueva York para intentar solucionar el entuerto de su vestido. Va de un sitio a otro, no para".
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Por todo esto, sus amigos más cercanos están realmente preocupados y angustiados: "Entre los amigos lo hemos comentado. Cualquier día explota. O baja el ritmo o un día de estos va a petar".
Hay que recordar que el del vestido no es el primer varapalo que sufre antes de contraer matrimonio. Hay que recordar que en septiembre del año pasado, tras anunciar el compromiso en sus redes sociales, salió a la luz el vídeo de Íñigo Onieva besando a otra mujer en un festival de Nevada y la boda, durante dos meses, estuvo en stand-by.