Boris Izaguirre recula tras sus ataques a Tamara Falcó pero no le perdonan: castigado sin boda

Boris Izaguirre y Tamara Falcó mantenían una amistad sana y consolidada. Sin embargo, todo se rompió a raíz del artículo que el presentador publicó el 8 de octubre del año pasado, criticando las declaraciones de la marquesa de Griñón en México sobre las orientaciones sexuales. Meses después, los dos siguen sin limar asperezas.

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"De momento nosotros estamos distanciados, por un artículo muy equivocado de mi parte, y eso ha impedido que podamos tener una conversación", ha comentado Izaguirre en la presentación del biopic de Miguel Bosé, en el que ha participado como guionista.

El presentador de Lazos de sangre reconoce que todavía no ha hablado con la hija de Isabel Preysler de lo ocurrido, aunque le gustaría que todo volviera a lo de antes: "No puedo responder a estas preguntas porque no he tenido una conversación con ella, que todavía está pendiente. Yo espero que se pueda solucionar".

No obstante, este aparente arrepentimiento del escritor no es nuevo, pues lleva unos meses haciendo la pelota a la hermana de Enrique Iglesias, tanto en público como en privado. "Tamara todo lo hace bien y siempre lo hace bien", dijo hace unos días tras confirmar que su amiga está muy enfadada con él: "El malentendido ha creado una herida y está ahí. La he provocado y me molesta muchísimo. Me arrepiento de haber escrito aquel artículo".

El distanciamiento

Tal y como contamos en Informalia, el venezolano se llevó una gran reprimenda por parte de la reina de corazones, que sintió que no había estado acertado en sus declaraciones sobre Tamara. 

Boris escribió un artículo en el periódico en El País comentando las palabras de Tamara en México durante el XIV Congreso Mundial de las Familias. Allí, la hija del marqués de Griñón se expresó de esta forma: "Ahora estamos viviendo un momento muy complicado para la Humanidad, hay tantos tipos distintos de sexualidades, hay tantos sitios distintos donde puedes ejercer el mal, que creo que en otras generaciones no era tan evidente y no estaba tan bien visto". Después, de algún modo, se disculpó, pero las críticas ya estaban en la calle. Y algunas fueron muy duras.

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Boris, figura destacada y activa del movimiento LGTBIQ+, se asumió como muchos que en las palabras de su amiga Tamara había homofobia y escribió: "En una suerte de esfuerzo mancomunado conseguimos alejar a Tamara del engañoso Íñigo Onieva. Ahora deberíamos repetir esfuerzo para alejarla de esa ideología odiosa que la rodea", rezaba su columna. Cuando escribió el artículo, Tamara acababa de romper con su prometido después del vídeo del diseñador de coches besando a otra mujer en Nevada. Meses después, ya sabemos cómo va la historia, pues el 8 de julio hay boda.