El nuevo novio de Tamara también ha conquistado a Isabel Preysler: la bendición de la 'mamma'

Después de la tempestad llega la calma. No mediática, pero sí a la casa de Puerta de Hierro donde Tamara Falcó lloraba la traición de su prometido el pasado mes de septiembre. Ahora, la marquesa de Griñón ha recuperado la sonrisa junto a Hugo Arévalo y su madre está feliz porque el nuevo amigo de la niña la tiene encandilada.

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A Isabel Preysler jamás le gustó Iñigo Onieva. Sus amistades le hablaban de la doble cara del ingeniero, sabía de su gusto por la noche y las fiestas y ella tenía ojos y oídos en todas partes para salvaguardar la integridad y buen nombre de su hija, que se negaba a escuchar las advertencias de su madre. Con Hugo es diferente. La novia de Mario Vargas Llosa conoce al joven desde hace años, pues fue compañero de colegio de Tamara Falcó y forma parte de su círculo íntimo de amigos. Es, de hecho, una presencia habitual en Villa Meona, donde lo han acogido siempre con los brazos abiertos, desde mucho antes de la traición de Onieva.

Incluso han compartido viajes y escapadas juntos: en agosto, Hugo acompañó a Tamara, Isabel y Vargas Llosa a la famosa clínica Buchinger de Marbella, donde la familia recibe un tratamiento intensivo détox durante varias semanas. Y mientras el empresario disfrutaba de la dieta y la meditación al lado de la marquesa, Iñigo viajó a Estados Unidos para acudir al festival Burning Man, donde le fue infiel a su prometida.

Hugo ha sido tan cercano a Tamara y su familia que estaba en Villa Meona el día que salieron las imágenes de Onieva y se destapó la traición. Consoló a Tamara junto a otras dos amigas, Ana Boyer, Fernando Verdasco e Isabel Preysler.